Las imágenes

Nancy Negrete Martínez

OPINIÓN|

Vivimos y entendemos el mundo en imágenes; la pregunta es ¿qué hacemos con ellas? Esta unidad simbólica es el resultado de una codificación personal y colectiva; podemos vernos y ver a otros en imágenes; concebimos su historia, su cultura, sus intenciones y otras representaciones solo a través de las imágenes, puesto que ellas constituyen otra forma de expresión, a más de los textos.

Es importante detenerse a interpretar toda la carga discursiva que una imagen o una fotografía nos transmite, pues, esta práctica amplía los criterios de nuestra percepción. Por lo tanto, la lectura de una imagen no debe ser superflua ya que siempre comunica un mensaje, tanto en su emisión como en su recepción; por ello, la lectura de una imagen debe ser analizada y criticada con todas aquellas impresiones que comunican nuestros sentidos.

La imagen tiene su propia autonomía estructural y una sola imagen que nos detengamos a observarla, pronto nos permitirá evocar otras y, también, otras nuevas y distintas que estén relacionadas con ese mismo acontecimiento o con otros que pertenecieron a otras épocas. De allí la importancia de ir legitimando los conceptos que nos transmite cada imagen en su tiempo, en su espacio o época y discutirlas en contextos más amplios.

Los candidatos presidenciables están en su línea de partida y son en estas contiendas políticas donde afloran todo tipo de artimañas para “pescar en río revuelto” a sus víctimas. La reflexión a la que quiero llegar es que cada palabra de un discurso, cada texto, cada publicidad, cada imagen y fotografía sean analizados con la más profunda seriedad, sin subestimar el valor que tienen sus lecturas y que seamos conscientes de nuestras implicaciones y de la enorme responsabilidad que tenemos al elegir a quienes dirigirán el destino de los ecuatorianos. (O)