Época de desconcierto

Alberto Ordóñez Ortiz

OPINIÓN|

Parecería que el juicio político contra la ministra Romo ha ingresado a su fase final. Los asambleístas estarían en ese punto caramelo en el que como decía el gran Rubén Darío: “¡Ya viene el cortejo! ¡!Ya se oyen los claros clarines”, la espada se anuncia con vivo reflejó, ya viene oro y hierro, el cortejo de los paladines. Se escucha los cascos que hieren la tierra y los timbaleros, que el paso acompasan con ritmos marciales…” Basta recordar que el reciente 27 de agosto la Asamblea Nacional aprobó con 123 votos y una abstención, una resolución en que exige la salida de la ministra de Gobierno, María Paula Romo y la reconformación de la Comisión de Fiscalización, para entender que el humo blanco de la destitución de Romo estaría por salir. ¡Ya se le ve en el aire!

 “Los áureos sonidos anuncian el advenimiento triunfal de la gloria…” Verónica Guevara, del correísmo presentó un video en que Romo habría sugerido nombres en el reparto de los hospitales. Roberto Gómez, exCreo, llamó al Pleno a “ponerle cascabel al gato” y Mae Montaño agregó que si para censurar al legislador Mendoza la Asamblea tardo 3 meses, para investigar a los 70 legisladores enredados en procesos penales, tardarían 210 meses.

“Si esta Asamblea no tiene la capacidad de autodepurarse –acotó César Rohon- es mejor que se cierre” Curiosamente en vísperas del juicio político contra Romo, la Comisión de Fiscalización ha sido reorganizada con legisladores implicados en casos penales. Se han visto -como dice el refranero popular- “muertos cargando adobes”. ¿Será ese el caso de la Ministra?  No hay duda, vivimos la época de un desconcierto creciente e inapelable. Tendrá que pasar mucho tiempo para que la honestidad se restaure. Mientras tanto, la devastación inhumana del despiadado desastre moral avanza al ritmo de la Marcha Triunfal. (O)