El Bicentenario de nuestra Independencia    

Hugo Darquea López

Celebramos los doscientos años de la Independencia de Cuenca, su asunción a la libertad  fue el acto fundamental de la decisión política de los próceres. Las raíces de la cultura cívica, heredada en esos siglos con las nuevas tendencias que desarrollaba la “ilustración”  más los factores económicos y sociales de las realidades que se vivían en las colonias, motivaron las guerras de la independencia. Desde el 10 de agosto de 1809 la Historia cambió. Eugenio Espejo sembró las semillas de la libertad  con el periódico  “Primicias de la cultura de Quito” y abrió el camino de los tiempos heroicos.

En Guayaquil José Joaquín de Olmedo y más actores de la Fragua de Vulcano, escribieron la página del 9 de octubre de 1820.

Cuenca se decide por la libertad ya desde 1812. Al respecto Remigio Crespo Toral en su célebre discurso pronunciado el 3 de noviembre de 1915, puntualiza que la revolución cuencana radicó básicamente en las aulas, porque fue preparada y realizada por los letrados y juristas, quienes la mentalizaron y fueron también los jefes de la acción libertaria. El 3 de noviembre de 1820, se proclama la independencia, el 15 de noviembre de 1820 se jura y firma la Constitución de la República de Cuenca, para luego en Verdeloma encontrar su bautismo de sangre. Solamente el 24 de mayo de 1822 se logra sellar definitivamente el proceso heroico de la liberación. La historia debemos seguirla escribiendo…y estimo que Cuenca en el 2020 recibe y construye su historia peculiar, con la luz de sus iniciativas, y la gestión creadora de su trabajo. (O)