Aprovechando el feriado del 3 de noviembre fui en dos ocasiones a visitar el Parque Nacional Cajas y lo primero que llama la atención, por supuesto, es el paisaje, en esos días un imponente cielo azul y un sol radiante bañaba el pajonal, las lagunas y los ríos y riachuelos del parque; pero, junto a este panorama de encanto encontramos mucha cantidad de basura a uno y otro lado de la vía que atraviesa el parque Cajas. Me imagino que se podrían llenar algunas volquetas de basura. A lo largo de la carretera se nota abandono. Desde la laguna Illincocha hasta casi llegar a Tres Cruces los árboles de polilepis llamados también árbol de papel están muriendo sin que nadie haga nada.
En la ciudad de Cuenca la directora de la EMAC, la ingeniera Dora Ordóñez está demostrando hacer un eficiente trabajo, a ella y a la EMAC debería el alcalde encargar por lo menos la limpieza de la basura que existe a uno y otro lado de la vía que conduce a Guayaquil en el paso del Parque Nacional Cajas. La Subgerencia de Gestión Ambiental de ETAPA ha demostrado no poder realizar la limpieza diaria o regular de la mencionada vía por lo que la EMAC debe hacerse cargo.
La cantidad de basura es realmente significativa. Los estudios señalan que “una persona genera 0.9 kilogramos de basura por día”, este dato parece insignificante pero si multiplicamos por cada vehículo que pasa por el Cajas y por el número de personas que se traslada tendremos una cantidad de basura realmente grande. La mayoría de personas que viajan por esa vía parece no tener conciencia de la importancia de mantener nuestro ecosistema. Por el contrario al parecer es indiferente ante la destrucción del espacio natural. Tiramos la basura donde se nos viene en gana desde la ventana de los carros. Hace falta más limpieza. (O)
