Al Ministerio de Salud le preocupa una transmisión “silenciosa” de la COVID-19

En su informe semanal el Ministerio de Salud Pública alertó sobre un posible incremento de casos.

Las aglomeraciones son uno de los principales focos de contagio del coronavirus, que puede tener una transmisión silenciosa. XCA

Una propagación del virus de manera silenciosa a través de pacientes asintomáticos, es decir que están infectados pero no presentan los efectos propios de la COVID, o presintomáticos que son quienes están en las etapas iniciales de la enfermedad, genera alerta en el Ministerio de Salud.

En su boletín semanal, el Ministerio advierte que “las últimas pruebas científicas muestran que la mayoría de los nuevos brotes pueden atribuirse a una transmisión silenciosa: una combinación de la etapa presintomática y las infecciones asintomáticas”.

Las autoridades de salud explican que aunque todos los casos sintomáticos sean aislados, también se debe aislar las personas con infecciones silenciosas para evitar rebrotes.

Esto debe sumarse, según el Ministerio de Salud, un refuerzo en la localización rápida de contactos y la realización de pruebas que identifiquen los casos asintomáticos y presintomáticos, a fin de disminuir la velocidad de la transmisión y minimizar el riesgo de “resurgimientos explosivos”.

La epidemióloga Andrea Gómez Ayora advirtió que, si bien las cifras de incremento de casos en el Azuay son estables a razón de 150 contagios por semana, esto no significa que el virus esté controlado.

Gómez aduce que en el país se hacen pocas pruebas PCR con relación a la población, lo que refleja un estancamiento en los casos que no necesariamente muestra la realidad de contagios en el país.

El Ministerio acepta esta reducción de PCR en su informe. Detalla que la semana anterior solo se hizo un un tercio de las pruebas efectuadas en la semana inmediata anterior y un cuarto respecto a lo reportado en la última semana de octubre.

A esto se suma la dificultad de la población para acceder a pruebas en el sector privado, debido a sus altos costos.

“La gente opta por hacerse una prueba rápida que puede costar entre 12 y 30 dólares, ya que a pesar de que no son diagnósticas, son accesibles económicamente”, comenta Juan Andrés Torres, laboratorista.

El Ministerio de Salud teme que la falta de aplicación de pruebas y la reducción en las cifras sin tomar en cuenta a pacientes asintomáticos o presintomáticos genere una actitud de falsa seguridad en la población.

De momento, los hospitales cuencanos presentan una ocupación en sus camas UCI de un 52 %, una cifra que puede variar en cuestión de horas en caso de un rebrote según el coordinador zonal de Salud, Julio Molina.

Desde el MSP se sostiene que el cumplimiento de las medidas de bioseguridad como el lavado de manos y limpieza de superficies, el uso de mascarilla, el distanciamiento social y la ventilación de los espacios deben ser compromisos permanentes.

“No cumplir estas medidas y asumir que ‘a mí no me dará el coronavirus’ conlleva el altísimo riesgo de nuevos brotes” se indica desde el Ministerio. (JMM) (I)

 


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