Ansias del poder

Luis Ochoa Maldonado

En la peor crisis sanitaria del siglo, sin viabilidad política ni reconocimiento social, los Congresistas Peruanos deponen al Presidente de la Republica, que, por los hechos suscitados luego de su salida, ha gozado de apoyo popular. Cuando masivamente la gente en las calles rechaza al nuevo gobierno obligando a su renuncia y quedando en acefalia el poder ejecutivo, dejando en una situación de parálisis institucional, desconcierto y confrontación social, que busca una salida que no deteriore más el espíritu democrático, ante la cercanía de elecciones generales a realizarse luego de cinco meses.

Los jóvenes movilizados, como fuerza de tarea de todo el país han gritado no más corrupción, fuera a todos/as los políticos/as, mejor salud y excelente educación, que son los motivos represados de la angustia de una nación, que busca virar la página de la opresión, que la han sometido las élites alejadas de los problemas de la multitud. Este episodio que no sabemos cómo termina, ha dejado mal a la legislatura por su vergonzosa actuación interesada, dispuesta por al menos 64 miembros investigados en supuestos actos delictivos, sin embargo, aluden a incompetencia moral permanente para derrocar al Presidente en funciones también en investigación previa por probable aceptación de soborno, cuando fuera gobernador en el 2014.

Ocurre en países vecinos como en el nuestro, que nos damos la vuelta en círculos, cuando la reacción popular asume sus riesgos y a costa inclusive de fallecidos, no permite los entuertos del poder, a quienes frena a raya, con sus luchas en las plazas. Más con el tiempo se reconstituyen los dirigentes, que de forma ladina se ubican junto a los triunfadores en elecciones, para parecer impolutos, volviendo arranchar los recursos nacionales, en desmedro del progreso de la patria, hasta cuando nuevamente sus despotismos son descalificados por las masas. Esperemos que la nueva generación de protestas del Perú, con gente de recambio de ideas logre inspirar a la américa toda, incluyendo al Ecuador, para derrotar las inequidades que mantienen en la miseria al grueso de las poblaciones. (O)