Binomio correísta pide vigilancia internacional tras retraso en aprobación de candidatura

El aspirante por el correísmo a la Presidencia de Ecuador, Andrés Arauz, habla durante un conversatorio con periodistas hoy, en Quito (Ecuador). Arauz pidió este miércoles vigilancia "ciudadana" e "internacional" tras ver bloqueada una y otra vez su candidatura en impugnaciones que consideró improcedentes. EFE/ José Jácome

Andrés Arauz, aspirante por el correísmo a la Presidencia de Ecuador, pidió este miércoles vigilancia «ciudadana» e «internacional» tras ver bloqueada una y otra vez su candidatura en impugnaciones que consideró improcedentes.

«Lo que vive Ecuador es un golpe a la democracia. El proceso no nace ahora, han sido años de persecución política y amenazas contra cualquier candidato correísta», dijo Arauz en un conversatorio con periodistas celebrado en Quito.

Su fórmula presidencial, en la que va acompañado del periodista Carlos Rabascall como aspirante a la vicepresidencia, es la única de las 16 presentadas que aún no cuenta con la calificación del Consejo Nacional Electoral (CNE), al que acusó de servir presuntamente a los intereses políticos del Gobierno de Lenín Moreno.

Pero también el empresario ecuatoriano Álvaro Noboa ha denunciado ante la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el peligro de un «fraude» en las elecciones de 2021 en su país, después de que su candidatura presidencial fuera descartada por el CNE.

Arauz considera que el Gobierno tiene dos objetivos: el uno, «impedir la participación del binomio de la Esperanza», como él se presenta a los comicios con Rabascall por el nombre de su coalición («Unión por la Esperanza», UNES).

El otro sería «diferir o evitar las elecciones» con el objetivo de que los aliados de Moreno, «grupos de la elite», puedan completar su programa de hacerse con varias empresas públicas, especuló.

«La democracia está en riesgo», afirmó en el conversatorio, en el que recordó que ya ha pedido medidas provisionales al Sistema Interamericano y al de Naciones Unidas «para que se impida este golpe».

El caso de Arauz ha vuelto al CNE después de que el Tribunal Contencioso Electoral (TCE), máxima autoridad del país a efectos electorales, le devolviera una impugnación presentada por dos políticos que alegan que su candidatura se hizo supuestamente de forma irregular por razones técnicas.

Pero Arauz recuerda que los procedimientos impugnados fueron refrendados por el mismo TCE, y que los impedimentos a su candidatura se originan mucho antes y presuntamente forman parte de intentos políticos de impedir la participación del correísmo.

En ese sentido, y sin entrar en detalles, mencionó supuestas «amenazas» a candidatos por parte de un miembro del Ejecutivo, y los impedimentos para que el movimiento Revolución Ciudadana se pudiera registrar como grupo político.

Además, cambios al Código de la Democracia, el intento de desbandar a otro partido (Fuerza Compromiso Social) por el que finalmente acudían a los comicios, y otras barreras normativas y administrativas que hasta ahora se ven obligados a superar.

«En lugar de compartir (a estas alturas) propuestas de gobierno, estamos aún luchando por el binomio», se quejó Rabascall, que compareció con Arauz en el conversatorio.

Las elecciones en Ecuador, a las que no concurre el actual mandatario ecuatoriano, Lenín Moreno, están previstas para el 7 de febrero, y serán un reflejo de la marcada división social en la que está inmerso el país andino desde hace más de diez años.

Los principales aspirantes son el propio Arauz, un economista de 35 años que ha levantado la bandera del correísmo, y el centroderechista Guillermo Lasso, un exbanquero de 65.

En liza, dos corrientes que pujan por dos modelos económicos radicalmente opuestos: el del correísmo que aspira a devolver las políticas de protección social que se aplicaron en el país entre 2007 y 2017 -en línea con el llamado Socialismo del Siglo XXI-, y el de la centroderecha que aboga por un modelo de corte neoliberal.

Arauz cree que, bajo el mando de Moreno, la elite ecuatoriana quiere completar su programa de los últimos tres años y medio, y que para ello tratan de impedir que su binomio pueda presentarse a las elecciones o aplazarlas para que continúe el gobierno de Moreno, posibilidad que el Ejecutivo no ha mencionado.

«No es un golpe a Carlos (Rabascall) y Andrés (Arauz), sino contra la democracia y el pueblo ecuatoriano», manifestó.

Y por ello pidió a la comunidad internacional que «se mantenga alerta y vigilante de lo que ocurre en Ecuador» y «se evite este golpe en contra de la democracia».

Asimismo, pidió a la «ciudadanía» que «se mantenga alerta para evitar este golpe» y llamó a los organismos electorales «para que se pronuncien en derecho» en interés del pueblo ecuatoriano, y «que decidan bien y rápido». EFE