Nuevo estado de excepción

No todos han asimilado positivamente la decisión del Gobierno Nacional de decretar un nuevo estado de excepción, que implica restricciones a la libertad de movilizarse, de transportarse, e incluso de producir.

Por sugerencia del Comité de Operaciones Emergente, el Presidente Lenín Moreno firmó el Decreto con el que busca prevenir un potencial rebrote del Covid-19. También por la detección de una nueva variante del virus en el Reino Unido cuya capacidad de contagio sería más letal, lo que siembra alarma en el mundo.

En el Decreto se cita un informe del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos. Revela un escenario preocupante de ocupación de camas UCI en los próximos 30 días si los indicadores epidemiológicos siguen con tendencia al alza.

Sin duda alguna, en las últimas semanas, y conforme se avecinan las fiestas por Navidad y Fin de Año, más la necesidad de trabajar, hizo que la gente se relaje más, tome a la pandemia con liviandad, incluso hasta con cierta resignación, y se desbande.

La nuestra es una sociedad proclive al desorden y a no acatar las decisiones de la autoridad. El resultado: las aglomeraciones, y, en estos días, las masivas asistencias a centros comerciales y almacenes, cuyos administradores tampoco hacen caso al aforo permitido.

A raíz de la pandemia creció el comercio informal. En los grandes espacios donde se cumple esta actividad las aglomeraciones son de tal magnitud que hacen temer, como lo señala el Gobierno, un rebrote de la temida enfermedad con consecuencias impredecibles.

Y si a ese panorama se suman las clásicas formas de festejar la Navidad y el Fin de Año es entendible la resolución del Gobierno. Es más, otros países también se blindan y vuelven al confinamiento.

El nuevo estado de excepción le coge al país en apremiantes circunstancias económicas en las que se debaten millones de ecuatorianos, y a las puertas de una campaña electoral cuyo aplazamiento lo ha pedido un aspirante presidencial.

Es de esperar que la población reflexione en lo que significa una pandemia; y, desde ese entendimiento, contribuya protegiéndose, y porque al hacerlo protege la vida de los demás.