El pasado miércoles 23 de diciembre del año en curso, el Fondo de las Naciones Unidad para la Infancia (Unicef) en un preocupante comunicado expuso los traumáticos desafíos que afrontan los menores en nuestro país al cierre de este 2020.
Unicef estima que por lo menos 3,1 millones de niños y adolescentes en Ecuador estarán en una pobreza multidimensional (con una o más privaciones) al final de este año, como consecuencia de la situación económica que se vive y sufrirán en: educación, salud, alimentación, vivienda, trabajo y seguridad social por efectos de la pandemia.
De ellos, 6 de cada 10 vivirán en situación de pobreza extrema, pudiendo cubrir tan solo el 29 % del costo de la canasta básica. La brecha social también aumentará, y el estudio estima que habrá 1,8 millones de personas más en situación de pobreza por ingresos y se reducirá la clase media en alrededor de 1,1 millones de personas.
Ya antes de la pandemia uno de cada cuatro menores de 5 años (23 %) sufrían desnutrición crónica en Ecuador, pero advierten que la emergencia sanitaria agravará esta situación.
En el campo educativo, el cierre de las escuelas sigue afectando a 4,5 millones de escolares menores. Conforme a una encuesta realizada por Unicef a estudiantes de 10 a 19 años, 6 de cada 10 consideran que están aprendiendo menos en forma virtual por la crisis sanitaria.
Frente a este desolador panorama, el Fondo considera urgente poner como una prioridad la atención a las necesidades y derechos de los niños, niñas y adolescentes. Exhorta al Gobierno y a todos los sectores de la sociedad a que asignen recursos estimados por lo menos en 2.600 millones de dólares para atender las necesidades esenciales de este grupo social tan importante y se tomen medidas enfocadas en mitigar y reducir los efectos de la traumática pandemia en la vida de ellos. (O)
