Bolivia se encamina a su tercer año electoral consecutivo

La Paz.- Bolivia encara este 2021 un nuevo año electoral, el tercero consecutivo, en el que se terminará de configurar el nuevo mapa de poder político para el próximo quinquenio con los comicios regionales y municipales.

El país pudo por fin elegir en 2020 a sus nuevas autoridades y parlamentarios nacionales tras unos fallidos comicios generales que en 2019 derivaron en una de las peores crisis de su historia reciente.

El triunfo de Luis Arce en las elecciones de octubre pasado supuso el retorno del Movimiento al Socialismo (MAS) del expresidente Evo Morales al poder tras casi un año de un Gobierno transitorio encabezado por Jeanine Áñez.

Las elecciones subnacionales debían efectuarse en el primer trimestre de 2020, pero los planes cambiaron por la crisis postelectoral y la pandemia de la covid-19.

Ahora el país volverá a las urnas en marzo próximo para elegir a gobernadores, asambleístas departamentales, alcaldes y concejales para las nueve regiones y más de 330 municipios bolivianos.

La inscripción de candidatos concluyó el pasado lunes, con más de 20.300 postulaciones que ahora son revisadas por el órgano electoral.

El proceso previo a este registro dejó nuevamente en evidencia la fragmentación de la oposición boliviana, incapaz aun de formar las alianzas necesarias para romper la hegemonía ostentada por el MAS en los últimos años.

Pero también expuso las pugnas en el partido gobernante entre las corrientes consideradas leales a Evo Morales y sus allegados y aquellas que reclaman una renovación y rechazan lo que consideran imposiciones de su líder.

EL «NUEVO» MAS

En declaraciones a Efe, la analista política María Teresa Zegada consideró que las elecciones subnacionales se desarrollarán en un escenario «totalmente distinto al anterior».

Para Zegada, el país se encuentra ahora «en un momento de recomposición institucional», con un Gobierno salido de las urnas y un órgano electoral que pudo «reestabilizar» el «tablero político boliviano» tras los recientes comicios.

Lo singular es la «nueva versión del MAS» que se advierte en las pugnas internas por las candidaturas y el «cuestionamiento a la jefatura política» de Morales desde sus propias bases sociales.

«Lo que tenemos hoy es un MAS no sé si dividido, pero con corrientes internas interesantes porque están dando cuenta de la necesidad de democratización que había en el propio partido», opinó.

Este nuevo rostro partidario busca tal vez recuperar las características que le llevaron al poder por primera vez en 2005 y que se fueron perdiendo en los casi catorce años de gobierno de Morales, agregó.

El exmandatario ha expresado su deseo de ganar siete de las nueve gobernaciones en disputa y al menos 300 alcaldías, unas aspiraciones que hallan sustento en el 55 % logrado por Arce en los comicios generales.

Sin embargo, Zegada advirtió de que aquel porcentaje no necesariamente se reflejará en las subnacionales.

Para la analista, es posible que ese nivel de apoyo se pueda replicar en la elección de gobernadores, pero no en la municipal, pues si bien el MAS ha copado cerca de dos tercios de las alcaldías en los dos procesos anteriores, muchas de estas localidades son rurales y con poblaciones «menores a los 20.000 habitantes».

Mientras que «los lugares más difíciles para el MAS han resultado ser las ciudades capitales e intermedias», apuntó.

En los comicios subnacionales de 2015, el oficialismo se hizo de seis de las nueve gobernaciones, pero ganó solamente dos alcaldías de ciudades capitales frente a siete logradas por otras fuerzas.

CONOCIDOS Y EMERGENTES

A estos comicios se presentarán algunos rostros nuevos y otros viejos conocidos de la política y la administración pública, incluidos gobernadores que aspiran a la reelección, como el de La Paz, Félix Patzi, y el de Beni, Álex Ferrier, además de la exsenadora oficialista Adriana Salvatierra.

Pero también hay otros como el exlíder cívico Fernando Camacho, que probará suerte en pos de la gobernación de su natal Santa Cruz, la única región en la que triunfó en las recientes elecciones nacionales.

Además de la exmandataria Áñez, que aspira a la gobernación de la región amazónica de Beni, y la expresidenta del Senado Eva Copa, quien tuvo que alejarse del MAS e ir con otra sigla para presentarse a la alcaldía de El Alto.

Figuras como Camacho, Áñez o Copa «son producto de la crisis política» de 2019 «que hoy están cobrando protagonismo y son visibles para la ciudadanía», opinó Zegada, aunque consideró que «no es automático» que ese reconocimiento a sus liderazgos se traduzca en votación.

Aunque son tres años consecutivos de elecciones, con el componente de la crisis y la confrontación, Zegada cree que los electores no dejarán de participar en los comicios subnacionales, conscientes de la necesidad de renovar y legitimar a las autoridades de estos niveles, algo que ya se vio en las elecciones generales.

«La población está buscando mayor legitimidad en las autoridades y lo está haciendo por la vía del voto, lo cual es muy saludable para la democracia», concluyó. EFE