Los cambios del tiempo político 

Hugo Darquea López

Todo lo que hacemos tiene su tiempo. A su realidad, nadie escapa. La ambición característica de ciertos sectores con sus áulicos, pretenden controlar todo, sin límite alguno. Desde los sátrapas de la antigüedad, los caudillos y grupos de poder económico enquistados en el Estado como ahora, tratan de manipular la vida misma de la sociedad humana. Por eso, siendo la salud la condición fundamental de la Vida, pretenden imponer sus criterios e intereses. Al efecto desvirtúan la información, manipulan la ley y buscan controlar el sistema de organización cívica. Cuando la sociedad civil, debe ser la fuente de las decisiones.

Un ejemplo cercano lo encontramos en nuestro país. Es evidente que las condiciones sociales han cambiado y requieren un modelo constitucional y legal que priorice la vida huma y la salud como los valores reales del ordenamiento cívico.  Para eso la persona humana, la familia y los núcleos sociales tienen la palabra. El trabajo, la actividad económica, las relaciones de mercado deben cambiar en calidad y sistemas de realización. Son por tanto el conocimiento, la tecnología, la información oportuna y veraz los factores reales de la nueva sociedad.

Pensemos y decidamos en la perspectiva política del futuro a partir de la pandemia que nos invade, entre otras medidas se propone volver a la Constitución de 1998, así ya lo advirtieron juristas y ciudanos comunes que estudiaron el farragoso texto.  Ahora se proclama como una necesidad. Los tiempos políticos y sociales son otros. Pero siempre se debe contar con la honestidad cívica, la oportunidad y la capacidad de adaptación. Ese es el reto. (O)