El vicepresidente brasileño admite «errores compartidos» frente a la pandemia

El vicepresidente de Brasil, el general Hamilton Mourao, admitió que existieron «errores compartidos» en el combate contra la pandemia, pero no ve motivos para un juicio con fines de destitución contra el presidente, Jair Bolsonaro, según publicó este miércoles la prensa.

«Hay errores ampliamente conocidos, pero con una responsabilidad compartida» entre el Ejecutivo y los gobernadores, con una discusión que «fue llevada única y exclusivamente por el lado político» por parte de «ambos lados», declaró Mourao en entrevista al diario Valor Económico de Sao Paulo.

Para Mourao, la disputa entre el Gobierno federal, liderado por Bolsonaro, uno de los jefes de Estado en el mundo más escépticos frente la gravedad de la pandemia, y los gobernadores «tomó una proporción que no debería tomar y sin resultados positivos».

Sin embargo, el vicepresidente no ve motivos para abrir un juicio político con fines de destitución contra Bolsonaro por «crímenes de responsabilidad» por su gestión ante la pandemia, que en Brasil se aproxima a los 8,6 millones de casos confirmados y las 212.000 muertes.

«¿Por qué vamos a hacer el ‘impeachment’? El año que viene, si el Gobierno de él no fue bueno no será reelegido, en caso de que sea candidato a la reelección», apuntó Mourao, para quien el actual mandatario ha «tenido más aciertos que errores».

No obstante, citó el militar, en caso de que un presidente amenazara la democracia «tiene que ser parado por el sistema de ‘frenos’ existente», que sería someterlo a un juicio político con fines de destitución, como ocurrió en 2016 con Dilma Rousseff, separada del cargo por violar normas fiscales.

Según Mourao, Bolsonaro «no fue el responsable de que las personas salieran a las calles», a pesar de que siempre minimizó la pandemia, a la que llegó a calificar de «gripecita», de no usar mascarillas y de provocar aglomeraciones en lugares públicos.

DIFICULTAD PARA PRODUCIR VACUNAS

La actitud negacionista de Bolsonaro en el plano internacional también ha dificultado que países como China y la India suministren los insumos para la fabricación local de las vacunas Coronavac, del laboratorio chino Sinovac, y Covishield, del anglo-sueco AstraZeneca y la Universidad británica de Oxford.

El gobernante, que apostó casi exclusivamente por la de AstraZeneca como único inmunizante para ser utilizado en Brasil y llegó a llamar a la de Coronavac, impulsada por el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria -uno de sus principales rivales políticos- como «la de aquel país», tuvo que retractarse y comprar la vacuna china.

De acuerdo con Mourao, si las negociaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores con el Gobierno de China «fracasan», él mismo gestionará ante su homólogo chino Wang Qishan para garantizar el envío de los insumos.

En cuanto a la situación de colapso sanitario y funerario en la región del Amazonas, Mourao dijo que la responsabilidad «le compete al Estado en todos los niveles y no me lavo las manos», pero advirtió de que las campañas políticas para las elecciones municipales de noviembre y las fiestas de fin de año «multiplicaron los casos y las muertes». EFE