Cortos electorales

Gerardo Maldonado Zeas

Según la CBS NEWS POLL, el 51 % de los republicanos no reconocen a Biden como presidente electo de los EE.UU.; por tanto, su legitimidad está cuestionada. Trump se fue con el 55 % de desaprobación, suficiente porcentaje para demostrar que la mayoría de la población es renuente a su gestión. El 95 % de los norteamericanos condenaron el ataque al Capitolio, y los cabecillas de la revuelta ya están presos.

En el Ecuador, a dos semanas de las elecciones, el CNE ha permitido que la foto del condenado Correa se pasee en vehículos, lonas, cartones y papeles. Algunos autodenominados comunicadores sociales, le entrevistan para dejarle que insulte a la justicia, a la sociedad ordenada, y a quienes no apoyan a su títere. Nadie le recuerda su obligación de primero cumplir una condena de 8 años, si quiere fungir como figura pública en Ecuador

Las mentiras y demagogia fueron el centro de las propuestas de la gran mayoría de candidatos que participaron en el debate oficial; muestras de ignorancia, prepotencia, xenofobia, denuncias infundadas, y hasta un candidato afirmó haber sido “escopolaminado” sin recordar nada de las barbaridades que se habló.

Todos se juntaron para cuestionar al candidato Lasso, con altas preferencias en las encuestas, quien presentó un programa de gobierno bien estructurado y trabajado en el “cómo hacer”, lo cual es la suprema falencia de los improvisados y chimbadores de turno.

A pocos días de la justa electoral, existen más dudas que certezas sobre el éxito de la organización de los comicios. Si hasta hace algunas horas le esperaban al movimiento Justicia Social a que inscriba candidatos al Parlamento Andino; además, deberán resolver algunas impugnaciones, luego de agotarse los plazos establecidos en el Código de la Democracia, agonizante por su ineficacia.

Y el pueblo ecuatoriano deberá escoger el tan esperado cambio, o asumir las consecuencias de no hacerlo, lo cual nos podría llevar en poco tiempo al estancamiento económico, e irreversiblemente a ser la nueva Venezuela. Gran responsabilidad. (O)