¿Qué elegiremos?

Eduardo Sánchez Sánchez

Luego de una sui generis época preelectoral, en la que hemos sido testigos de la destrucción de los partidos políticos, de la persecución que se hizo desde Carondelet para quienes discrepaban con el líder, cuyo ego no aceptaba oposición, discusión, contrincantes, adversarios políticos, ni contendientes.

Problemas y caos en el Consejo Nacional Electoral, que dicen muy a las claras el nivel que ha alcanzado dicho organismo, entre dimes y diretes, procesos jurídicos, amenazas de suspensión, papeletas mal diseñadas e impresas, en fin caos en la  Democracia que vivimos.

De los candidatos, aunque Usted no lo crea, se trata de un record con 16 candidatos presidenciales y sus binomios, quien triunfe se encontrará con un terreno famélico por lo acontecido. No habrá mesa puesta, ni migas caídas del mantel, sólo veremos hambre, desempleo, pandemia, corrupción, ausencia de una legislación cierta (salvo excepciones), delincuencia, deuda externa incrementada, burocracia inerte y apatía en un muy significativo segmento de la población.

Campaña electoral  acelerada, diferente, posiblemente menor en cantidad a las fiestas clandestinas detectadas por autoridad pertinente. Muchos ecuatorianos se han preguntado: ¿qué vamos a elegir?  Tal vez nos encontramos en el mundo de la farándula y podemos hablar de música, de gastronomía, de la abuelita, haciendo gala de cursilería, cuestionarios que nos toman del pelo a los ecuatorianos, pues se piensa que el triunfador de la elección, pondrá al Ecuador en el camino del éxito y de su recuperación con cachullapis, fritada y vaca loca.

Ofertas y engaños burdos para un pueblo distanciado de la campaña por el distanciamiento pandémico, y por la memoria de lo que Ecuador vivió durante los últimos 14 años, con lindas palabras inmersas en procesos ilegítimos por estar revestidos de corrupción. (O)