Más viejas que el Universo 

Édgar Plaza Alvarado

En los primeros tiempos se entendía al Universo como algo lejano y prohibido, que despertaba temor entre la gente. En el siglo pasado la comunidad científica estableció que casi con seguridad su edad tenía una antigüedad de 15 000 000 000 de años. Suponemos que habrán utilizados parámetros exactos para llegar a esa conclusión. En los primeros años de este milenio, más o menos a inicios de la década del diez, redujeron esa cantidad a 13 000 000 000 de años y finalmente dejaron ya establecido como algo indiscutible en 11 500 000 000 de años la edad de lo creado (millones de años más, millones de años menos no hacen diferencia en este caso).

Mas, 3 años después, se encontró una estrella que tenía casi 40 000 000 000 millones de años y hacia el 2017 otra cuya antigüedad remontaba más allá de los 200 000 000 000 millones de años. No es entendible; ¿cómo puede haber algo más antiguo de lo que se creía era todo lo que había? Es como si el gerente de una empresa tuviera tal designación antes de que la institución fuera fundada o para decirlo más populacheramente como si un futbolista ya perteneciera a un club no creado todavía. Incomprensible.

Una persona que ya venció la materialidad del mundo decía que el humano no tiene ni idea de las leyes que hay en el Universo, talvez sea por eso que no entendemos estas situaciones extremas. Nuestra mente con tan solo un 3 % de despertar conciencial (a veces menos) no engloba nociones tan complejas y al mismo tiempo tan simples como los códigos que administran el Universo. Cabe pensar en cuántas estrellas como las mencionadas habrán existido a la par de las que indicamos y que ya se desintegraron y de las que nunca sabremos, porque es de suponer que no son solamente 1 o 2 estrellas como las halladas, que desafían toda norma científica, las únicas que estuvieron o estén allí en lo profundo del Infinito.

Pareciera que todo afuera sea un caos, sin embargo es perfecto y ha funcionado desde siempre, desde el inicio, a la perfección y lo seguirá haciendo hasta el final de finales. (O)