Vivir o morir

Aurelio Maldonado Aguilar

Supervivencia o muerte son los extremos si sufragamos mal. En escasos días rayaremos nuestro voto en sabanas enormes con caras desconocidas que nos gobernarán. Cuenca, además, decidirá si quiere tener ríos hermosos y claros o fríos minerales que se llevarán vivos de turno, dejándonos cola de destrucción y depredación, cosa que a los mineros no les interesa, mientras en sus manos brille el metal. Abrumados asistimos a campañas donde candidatos hacen el ridículo mientras puedan llamar la atención con ofertas descabelladas y risibles, como imposibles de cumplir. “El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica a la envidia; su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria (Churchill)” “El peor enemigo del socialismo no es el capitalismo, es la realidad (M Thatcher)” Lapidarias y reales. Muchas frases del mismo jaez de grandes personajes existen en el mundo, certificando el real y total fracaso de todos los países que emprendieron el ingrato camino de un socialismo sin raíces que puedan soportar su peso. Rusia desintegrada. Cuba, su miseria y riqueza en prostitución. Venezuela y su lamento y vienen atrás Nicaragua, Argentina, Méjico y Chile. Solo China y su socialismo es rica, pero asentada en el martirio de su pueblo esclavizado inveteradamente. Pensemos bien. Dadivas de hoy son hambre del mañana. Sufraguemos inteligentemente sin dejarnos engañar por deslumbrantes coimas enraizadas en pobreza y desesperación del pueblo fustigado por la pandemia, falta de trabajo y oportunidades. Fuimos víctimas de época oprobiosa, detestable, fatal, donde autocracia, crimen organizado, narcocracia, desvergüenza, fueron pan del día. Ratas encaramadas en el poder que nos robaron dinero y dignidad. Patota de delincuentes abrazados para engañarnos y esquilmarnos, que recurrieron a todo lo inimaginable, incluyendo asesinatos y persecuciones de gente que los desembozaba. Destruyeron con bailes, sabatinas, demagogia, tarimas y falsas generosidades a todo un pueblo iluso creyente en mega obras con enormes sobreprecios y coimas en manos repulsivas de delincuentes conocidos, juzgados y condenados algunos, mientras que otros gozan lo hurtado fuera de nuestro alcance en paraísos que aceptan su dinero. No tenemos opciones magnificas en los candidatos, pero por lo menos no cometamos el error de votar por los que nos desbarrancaron en vorágine infame y delincuencial y que el SI y nuestros paramos intactos, por otro lado, sean la meta. (O)