En plancha 

Mónica Banegas Cedillo  Twitter: @monicabanegasc 

Gobernabilidad vs representatividad y concentración vs. dispersión, en la próxima Asamblea Nacional; son los principios en juego en las próximas elecciones. Las reformas vigentes obligan al votante a definirse por una sola organización política, dejando de lado cualquier preferencia personal. El método de Webster, es una fórmula matemática de divisores impares (1,3,5,7); donde el total de votos recibidos por una organización se divide entre el número de escaños de una determinada jurisdicción; el argumento para que la mayoría absoluta del Legislativo apruebe tal reforma, fue que, permite una distribución más equitativa entre las distintas fuerzas políticas.

Este método otorga mayor representación de las minorías; mientras el D’Hondt, dividía la votación en factores continuos (1,2,3,4,5), para la repartición de curules y era considerado concentrador. La posibilidad de una mayor representación pone en riesgo la gobernabilidad. El método y las listas cerradas y bloqueadas parecen indicarnos que el próximo ejecutivo no tendrá una mayoría absoluta (70 de 137), para viabilizar sus propuestas en el legislativo. Dos preguntas: ¿Cómo conciliar el legítimo derecho a constituir -oposición política-, sin que esto signifique obstruccionismo, fragmentación e ingobernabilidad? Y, ¿cuál será el -precio- del voto, de los conocidos independientes. (O)