Nuevo presidente de la CNJ

Iván Saquicela Rodas es el nuevo presidente de la Corte Nacional de Justicia. Fue elegido por unanimidad, una resolución que significa consenso en torno a los méritos y a su capacidad, mucho más porque se la tomó luego de un primer intento.

Obvio que haber alcanzado la más alta dignidad de la Función Judicial es para el elegido un logro personal; pero para la administración de justicia del Ecuador significa garantía de probidad a toda prueba, aplicación de la ley en base al Derecho, eslabón para mantener unido a tan gravitante poder del Estado, sin desconocer que cada juez es independiente.

Tras un largo periodo en el que la Función Judicial fue cooptada por el Ejecutivo para que responda a sus intereses y a consolidar su cuestionable proyecto político, en estos últimos años la Justicia ha salido por sus propios fueros.

Por eso mismo la dejaron de llamar Corte Suprema de Justicia para denominarla Corte Nacional; y a sus integrantes, ya no magistrados sino jueces. Una connotación de bajo fondo, como para minimizar o asustar a los administradores de justicia.

Iván Saquicela superó con creces la evaluación a la que fue sometido por el Consejo de la Judicatura. A sus manos llegaron casos emblemáticos, ligados con la corrupción que ha avergonzado al Ecuador ante la comunidad internacional, y a lo interior son el “Inri” que sobrellevan los ciudadanos honestos, que son los más.

Se cuenta entre esos procesos, el caso Sobornos, por el cual un expresidente de la República está prófugo; al igual que los relacionados al pago de “diezmos”, que involucran a una exvicepresidenta del país y a varios legisladores, algunos ya sentenciados.

Corresponde ahora al flamante presidente de la CNJ consolidar la independencia total de la Justicia, algo fundamental para la lucha contra la corrupción; coadyuvar para, de ser el caso, en reformas alejadas del populismo judicial; y darle agilidad a la Justicia, a la que acuden quienes tienen sed de ella.

Serán tres años de una dura gestión. Pronto habrá cambio de Gobierno. No faltarán las presiones, sobre todo el intento de volver a tomarse el Poder Judicial por aquellos que creyéndose poderosos, sueñan con sobrevivir a quienes creen que son sus enemigos o se los inventa.