La marcha indígena que se dirige a Quito desde el sur de Ecuador para exigir un recuento de votos de las elecciones del 7 de febrero avanzaba este viernes en su tercer día de caminata con el candidato presidencial y líder del movimiento Pachakutik, Yaku Pérez, a la cabeza.
Cientos de personas acompañaban a Pérez en un trayecto desde Cuenca, en la provincia de Azuay, hasta Azogues, capital de la de Cañar, una distancia de unos 34 kilómetros que unos manifestantes realizaron a pie y otros en coche.
«El hecho de que hayamos llegado donde hemos llegado ya es una victoria. Tener 27 asambleístas es un triunfo, antes en los mejores tiempos de Pachakutik teníamos diez», se congratuló Pérez ante los medios en Cuenca, antes de iniciar el recorrido.
Y consideró que «tener a un pueblo movilizado» es «un pueblo que ve que la esperanza nace», recordando cómo personas de pueblos que la marcha va recorriendo se suman a la protesta progresivamente.
Fuentes del movimiento dijeron a Efe que Pérez, que hasta ahora había estado en Quito y Guayaquil tratando de exigir el recuento de votos, se quedará con los marchantes hasta su llegada a Quito el próximo martes, cuando hay convocada una concentración ante la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE).
APOYO DE GRUPOS SOCIALES Y SINDICATOS
El movimiento indígena denuncia desde la misma noche electoral que las actas de miles de urnas han sido vulneradas para no permitir el paso de Pérez a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y que, al balotaje de abril, lleguen el candidato correísta, Andrés Arauz, que va en primera posición con 32,72 % de los votos, y el centroderechista Guillermo Lasso, con 19,74%.
Pérez, que el primer día de recuento iba en segunda posición, está en tercera con 19,38%, apenas unos 32.000 votos detrás de su rival conservador.
«Se pretende entregar la opción de participar en segunda vuelta electoral a un candidato nacido de la confabulación y la componenda», indicaba un boletín de Pachkutik.
Varios sindicatos y organizaciones sociales de Ecuador anunciaron este viernes su apoyo a la movilización y criticaron la decisión del CNE de no dar paso al recuento anunciado el 12 de febrero tras una mediación entre los dos candidatos que rivalizan por el segundo puesto.
Nelson Eraso, presidente del Frente Popular, cree que grupos «vinculados a la banca y a la derecha buscan imponer un presidente que represente sus intereses y, por lo tanto, legitimar el fraude electoral».
«Estamos reclamando nuestro derecho a la democracia», destacó por su parte la dirigente Luz Namicela, coordinadora del pueblo kichwa de Saraguro, quien aludió a un fenómeno que -dice- no es nuevo sino que «se ha venido dando hace muchos años».
Tocada con un típico sombrero redondo de su comunidad, aseguró que no se trata «solo de defender a la persona» sino «el proyecto político que han venido luchando desde hace miles de años».
PUEBLO TRAS PUEBLO
Con una gran bandera de Ecuador y decenas de Pachakutik, los manifestantes avanzaban sobre la carretera interurbana del corredor andino, pueblo tras pueblo, donde activistas se les iban sumando a tramos.
En Azogues, transeúntes y curiosos se abrazaban y sacaban incontables fotos con el líder indígena, mientras caminaba por sus calles arropado por militantes, todos ellos con mascarillas para preservar las medidas de bioseguridad, aunque con poco distanciamiento social.
La intención de los manifestantes es llegar hoy a Biblián, y pasar la noche en la comunidad de Tambo, para seguir camino mañana hacia Chimborazo, una distancia de unos 250 kilómetros.
Para acelerar el viaje, una parte del recorrido lo realizarán en en coche en una caravana de protesta.
El presidente de la Confederación de Pueblos Kichwas del Ecuador, (Ecuarunari), Carlos Sucuzhañay, señaló en un comunicado que «la Gran Movilización se convirtió en la Marcha Nacional por la Democracia y en contra del Fraude», porque «la democracia está de luto».
MARCHA PACÍFICA
Hasta el momento la marcha transcurre en absoluta calma y Pérez aseguró este viernes que toda la protesta se realizará de forma pacífica, tratando de disipar temores de una nueva ola de disturbios como la que sacudió Ecuador en octubre de 2019, en la que murieron una decena de personas y unas 1.500 resultaron heridas.
El asambleísta recién electo de Pachakutik, Salvador Quishpe, anunció que «las protestas subirán de intensidad con el paso de los días» y que también en Guayaquil se está organizando una caravana multitudinaria que confluirá el lunes, en Quito, con las de otras provincias.
A estas marchas, agregó, «continúan sumándose diversos sectores políticos, indignados por la burla que hizo el CNE del acuerdo entre candidatos presidenciales para abrir las urnas por un posible fraude electoral». EFE