Unicef: tenemos todavía muchísimas más escuelas que abrir en Ecuador

A un año del cierre de los colegios por la covid-19, Ecuador da tímidos pasos para el regreso presencial a las aulas con la reactivación de proyectos piloto principalmente en áreas rurales, decisión que Unicef acoge con beneplácito aunque subraya que se puede ir más allá.

«Recibimos esta decisión de reabrir las escuelas en el medio rural con mucha satisfacción», valoró a Efe el representante de Unicef en Ecuador, Joaquín González-Alemán, quien no obstante cree que «tenemos todavía muchísimas más escuelas que abrir».

La ministra ecuatoriana de Educación, Monserrat Creamer, avanzó en la víspera que el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional, autoridad competente en la pandemia, había decidido «levantar la suspensión» sobre los planes piloto de 77 unidades educativas, sobre todo en áreas rurales.

Esa decisión implica que a partir de este martes 3.974 estudiantes regresarán a los centros educativos previamente autorizados y harán un uso progresivo de las instalaciones.

Al respecto, González-Alemán recordó que «en el país hay 16.000 escuelas y estamos hablando de apenas 366 escuelas que están en el medio rural que pueden volver a las aulas en la Amazonía».

En esa región, remarcó, la poblaciones suelen estar más aisladas que otras del país, han registrado un menor número de contagios y los profesores viven en la comunidad, «y eso hace que tengamos seguridad de que el nivel de contagios sea pequeño».

ECUADOR, PANAMÁ Y PERÚ A LA ZAGA DE LA EDUCACIÓN PRESENCIAL

El Fondo de la ONU para la Infancia insistió en la reapertura de un mayor número de escuelas «de manera progresiva, voluntaria y en condiciones de bioseguridad» al recordar que Ecuador, Panamá y Perú son los países de la región latinoamericana que llevan con las escuelas cerradas durante más tiempo.

«Va a ser un año desde que se cerraron las escuelas en Ecuador el 16 de marzo, y desde entonces, los niños no han vuelto a pisar una escuela y eso tiene unas implicaciones tremendas, no ya solo para el aprendizaje, sino también para la socialización de los chicos», argumentó su representante en el país andino.

El Fondo de Naciones Unidas ha trabajado de la mano del Ministerio de Educación en el asesoramiento y preparación del plan de continuidad educativa a fin de garantizar que se puede llevar a cabo un retorno ordenado a las aulas.

Aunque a inicios del curso escolar en la región Sierra y Amazonía algunos centros educativos en el marco del plan piloto abrieron sus puertas en varias ciudades del país, con la llegada de la variante británica en enero pasado tuvieron que echar el cierre y desde entonces se siguen las clases con modalidades no presenciales.

El Ministerio precisó hoy que las 77 unidades educativas a la que se ha levantado la suspensión y constan en el plan se distribuyen en las provincias de Loja (25), Pichincha (24), Zamora Chinchipe (9), Napo (5), Pastaza (4), Morona Santiago (3), Azuay y Chimborazo con dos cada una, y Orellana, Tungurahua e Imbabura una, respectivamente.

MENORES DE 5 AÑOS, MIGRANTES Y NIÑAS VULNERABLES

Unicef también ha pedido al Ministerio de Inclusión Social (MIES) «no olvidar» los centros de desarrollo infantil para los niños menores de 5 años, «los menos propensos al contagio y los que más necesitan la presencialidad».

El Ministerio de Salud informó la semana pasada que todo el personal educativo está incluido en la fase 1 de vacunación prevista para el próximo mes, entre los que figuran unos 220.000 docentes.

Pero el representante de Unicef consideró que «se puede regresar antes incluso de la vacunación, teniendo en cuenta todas las medidas de seguridad como ventilación, distanciamiento y mascarillas».

Los niños en situación de movilidad, «los que más necesitarían ir a la escuela por ser un lugar de integración», y las niñas, «que están más abocadas a las tareas domésticas, embarazo infantil y violencia», son objetivos prioritarios.

«Hay unos niveles de ansiedad en los hogares tan grande, que pueden llevar a la violencia, no solamente física, sino convertirse en un lugar tóxico que hace que el niño no se desarrolle de la misma forma, es urgente que los niños regresen», concluyó González-Alemán. EFE