¿Razonamos?

Hugo Lucero Luzuriaga

Una interrogante muy oportuna en estos tiempos de pandemia y de politiquería en su máxima expresión, que casi concluye en la aseveración de que no siempre o no razonamos, en función de que: razonamiento es la facultad que nos permite resolver problemas, extraer conclusiones y aprender de los hechos estableciendo relaciones causales y lógicas. Una contestación que lo podemos colegir de los siguientes enunciados:

Tanto hablamos en contra de la corrupción, de los corruptos y hasta aplaudimos a los jueces que condenaron a los “pecadores”, sin embargo, damos el voto precisamente por aquellos que están involucrados directa o indirectamente en actos de corruptela. Damos la razón a aquellos que dudan y reclaman por las incoherencias del Consejo Nacional Electoral, empero, ansiamos que ya se callen y que sigan las elecciones tal como dictan los dueños del ente electoral. Nos asustamos de la pandemia, vivimos de cerca las muertes de familiares, amigos y conocidos, compramos mascarillas, alcohol, aceptamos que esto va para largo, sin embargo, organizamos fiestas en las casas, incluso en lugares públicos sin razonar que posiblemente nos contagiemos y lo que es más penoso que contagiemos a los demás. Reconocemos y aplaudimos la “lucha” de los trabajadores de la salud, empero, nos desentendemos de los despidos y la falta de pagos. Conocemos de lo trágico que resulta conducir un vehículo bajo los efectos del alcohol, sin embargo, nos intoxicamos y apostamos en corromper a la autoridad. En el balotaje posiblemente demos la razón a unos para terminar votando por otros. Y seguiremos sin razonar… allá las premisas.

Estos irracionales comportamientos inducen negativamente en el desarrollo personal y social, y lo que es más preocupante, este accionar ilógico, instintivo, egoísta, irreflexivo ha llevado a considerar que: “el hombre es un lobo para el hombre” e incluso a sentenciar de que: “el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”. Estimados lectores: ¿razonamos? Seamos consecuentes con la razón. (O)