El comisario europeo de Mercado Interior avisa de que ningún país es «autónomo» para las vacunaciones

El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton.
El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, avisó en Roma de que ningún país de la Unión Europea (UE) puede considerarse «autónomo» a la hora de poner en marcha una campaña de vacunación contra el coronavirus.

«Puedo afirmar que ningún país puede definirse autónomo en cuanto a la campaña de vacunación, nuestros países son interdependientes», afirmó en una rueda de prensa tras reunirse en Roma con el ministro italiano de Desarrollo Económico, Giancarlo Giorgetti.

Las declaraciones de Breton se producen después de que estados del bloque como Hungría o Eslovaquia se hayan hecho con el compuesto ruso, Sputnik V, que no cuenta con la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), y República Checa lo obtendrá a final de mes.

Breton previó que «a finales del verano se habrá vacunado a todos los ciudadanos europeos» gracias a los fármacos ya autorizados como el de Pfizer/BioNtech, AstraZeneca o Moderna y a los que recibirán luz verde próximamente, como el monodosis de Johnson&Johnson.

En este sentido, el comisario apuntó que la importancia no reside tanto en las vacunas con las que Europa cuenta sino en su producción en las industrias del continente y hacerlo «rápidamente» para acelerar la inmunización.

No obstante, defendió que «se está reaccionando con gran rapidez» y que a finales de año la Unión Europea será capaz de producir entre 2.000 y 3.000 millones de dosis anualmente.

Breton explicó que para ello habrá que definir qué empresas o fábricas europeas pueden participar en la producción de las vacunas y avanzó que por ejemplo en Italia hay muchas compañías especializadas en el llenado de los frascos de las vacunas.

El ministro Giorgetti reconoció que «hay elementos que, entre esta gran preocupación y emergencia, delinean un futuro que puede inspirar esperanza» en lo que a la oferta y producción de vacunas en Europa se refiere.

En Italia, Matteo Salvini, líder de la ultraderechista Liga, uno de los muchos partidos que sostienen al Gobierno de Mario Draghi y al que pertenece el ministro Giorgetti, presiona para que su país busque vacunas por el mundo sin esperar los plazos de la UE.

Ayer se reunió con representantes del Gobierno de San Marino, que está suministrando el compuesto ruso, y hoy con la embajadora de la India en Italia, Neena Malhotra, para idear una colaboración.

«Nueva Delhi ha ofrecido su colaboración a Italia poniendo a disposición apoyo tecnológico y dosis de la vacuna AstraZeneca producidas en la India, además de un suero que ha dado resultados confortantes también contra las nuevas cepas», dijo Salvini.

El primer ministro Draghi, que lleva en el poder desde el 13 de febrero, telefoneó anoche a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para instar a acelerar en la aprobación y distribución de las vacunas contra la COVID-19.

Además de los mencionados casos de Hungría, Eslovaquia y República Checa, Austria y Dinamarca han anunciado que cooperarán con Moscú para la fabricación y distribución de las futuras vacunas adaptadas a las mutaciones del virus.

Su postura, con la de los países del Este, ha abierto una brecha en la unidad mantenida hasta ahora por los Veintisiete.

La EMA ha empezado a analizar en tiempo real la calidad de la vacuna rusa, aunque la Comisión ha informado de que «actualmente» no está negociando con Rusia para su comercialización. EFE