Sin abusos

Luis Ochoa Maldonado

Los compromisos de quienes hoy manejan las riendas del estado, deben enfocarse en facilitar todos los caminos para la llegada de los biológicos al país, con participación de entidades de la sociedad civil que aunando esfuerzos permitan una logística favorable, la difusión de gestiones, presupuestos y decencia de altos funcionarios en sus atribuciones, que resultan fundamentales para recuperar la paz social.

Parece obvio, pero apena exteriorizar que se abusa del poder que disponen algunas personas por haber sido escogidos por el voto popular o por designación, probablemente sin méritos en sus ejecutorias, que terminan deslegitimando sus cargos, como de manera desaprensiva a pesar de la ínfima cuantía de biológicos disponibles, se hace tabla rasa de las prioridades de la OMS, saltando procedimientos y vacunando a grupos por presión o por favoritismo en Ecuador, Perú o Argentina, sin embargo sin medidas ejemplares de corrección en nuestro país no se difunde la lista de quienes se inmunizaron y tampoco se ha tomado medida alguna para sancionar a los irresponsables, que se autoexilian sin dar explicaciones ante la inercia de los órganos de control, peor dan muestras de diligencia para adquirir mayores volúmenes de insumos para proteger a la población al menos en un 60 % de la gente, que avizoraría una recuperación general de actividades.

No es fácil cuando no hay recursos económicos suficientes, organizativos básicos  y de credibilidad elemental, dar respuestas a contingencias de la magnitud sufrida por la pandemia, pero a más de aquello no integrar en la misión a entidades locales como los municipios de Quito, Guayaquil o Cuenca, que han manifestado su disposición para incorporarse en la tarea de inmunizar a sus conciudadanos, continuando el estado central con trabas burocráticas que terminan dispendiando el tiempo, que se agota tanto para ellos en su encargo como de la población en su paciencia, para hacer factible se cumpla esta aspiración, que debe consensuarse entre los poderes nacionales y locales las vías idóneas para superar esta imperiosa necesidad que prevalece a nimias luchas de competencias. (O)