La prudencia II

Josefina Cordero Espinosa

En meses anteriores les hablé sobre el miedo. Hoy quiero insistir que reflexionemos sobre la prudencia como la virtud para decir y hacer las cosas con tino, en forma justa y adecuada, con sensatez y precaución.

La amenaza del COVID-19 genera el miedo a enfermarse y morir como dije antes. Seamos cautos, tratemos de evitar el posible daño, actuando con aprecio a la vida que queremos conservar. El llamado no es difícil, ya llegan las vacunas, por eso la convocatoria a seguir cumpliendo las reglas de higiene y respeto a los demás.

Grave y peligrosa es la situación económica del país como un riesgo para la estabilidad, la paz social y la vida. Es hora de la prudencia y la verdad para actuar con moderación y buen sentido manejando los recursos públicos y privados reales, usándolos con sabiduría y recato.

Estamos en tiempo de cuaresma y vale la pena reflexionar que la Prudencia es una de las cuatro virtudes cardinales del catolicismo pues camina junto a la justicia, la templanza y la fortaleza, que deberían ser los estilos para afrontar los daños que nos amenazan. (O)