El informe de la Defensoría

El informe de la Comisión Especial para la Verdad y la Justicia, entregado a la Defensoría del Pueblo sobre los violentos y trágicos sucesos ocurridos en octubre de 2019, es rechazado por quienes son aludidos hasta de haber cometido delitos de lesa humanidad.

La Defensoría conformó dicha Comisión cuyo trabajo comenzó un mes después de terminadas las protestas para exigir la derogatoria del decreto presidencial, mediante el cual se elevó el precio de los combustibles.

El informe da cuenta de 249 testimonios “de víctimas de violaciones de derechos humanos”. 189 las habría perpetrado la Policía Nacional y 34 las Fuerzas Armadas.

Entre otros aspectos, determina que hubo 22 atentados contra el derecho a la vida, 20 lesiones oculares y seis ejecuciones extrajudiciales.

Las Fuerzas Armadas calificaron a tal informe de “subjetivo, errado y sesgado”. La Policía Nacional lo hizo en similares términos; e igual el presidente Lenín Moreno, a quien el Defensor del Pueblo lo denunció y pidió se le prohíba salir del país por presunto delito de lesa humanidad.

La Policía deja claro que “existen evidencias suficientes para demostrar cómo un grupo social mantuvo al país bloqueado y sometido a una violencia concertada”.

Las protestas de octubre de 2019 degeneraron en inusitada violencia, en vandalismo generalizado con la destrucción, a ratos hasta dirigida, de los bienes públicos y privados, ataque a la misma Asamblea Nacional, ni se diga a la Contraloría. No faltaron acciones tipo guerrilla urbana y hasta de llamados para desconocer al gobierno.

Los heridos, los violentados, los vejados sexualmente, los maltratados en público para que sufran el escarnio, también provinieron de la Policía, del Ejército y hasta de los medios de comunicación. Estas últimas acciones siguen impunes. Queda la interrogante de cómo debe proceder la Policía cuando el derecho a la protesta y a la mal entendida resistencia degeneran en vandalismo.

La última palabra la tendrá Fiscalía al investigar las denuncias de la Defensoría del Pueblo, tras cuyo informe unos se vanaglorian; otros lo rechazan esgrimiendo argumentos de fondo.