¿Ya se olvidaron?

  Mario Jaramillo Paredes

Ya se olvidaron algunos, que en el anterior gobierno se les obligaba a seguir en la Universidad la carrera que al Estado quería y no la que el joven deseaba. Que, cuando quería seguir Medicina en Cuenca, el famoso examen de la Senescyt le mandaba a cursar agronomía en Tulcán.

Ya se olvidaron que los sábados había que esperar contra qué medio de comunicación el Presidente iba a ordenar persecución. Algunos ya no recuerdan las sartas de insultos contra los “mediocres y limitaditos” que se atrevían a criticar al régimen. También parece que se olvidaron de los juicios contra los medios de comunicación independientes que no se doblegaron ante el poder. O, de los periodistas que fueron obligados a salir de algunos medios de comunicación.

Algunos ya parece que se olvidaron que se creó un sistema de espionaje y persecución a los ciudadanos, bajo el pretexto de seguridad del estado. Que los derechos humanos importaron un pepino a quienes no concebían que alguien pueda pensar distinto o criticar.

Se olvidaron de los millones de dólares que se fueron por las alcantarillas de la corrupción y que crearon una nueva jorga de millonarios que trasladaron sus dineros mal habidos a bancos del odiado Imperio o los invirtieron en lujosas mansiones del vilipendiado Samborondón.

Ya se olvidaron de la justicia secuestrada y ejecutada con jueces de bolsillo a los que se enviaba desde Carondelet las sentencias en pent drive para que las impriman y ejecuten. Algunos dirigentes indígenas se olvidaron de las persecuciones, asesinatos y humillaciones que sufrieron en esos años. Y, no pocas mujeres parece que se olvidaron de los tiempos en que les trataban de gorditas y horrorosas o de buenas para la farra.

En fin, la memoria es frágil para quienes hoy piden anular el voto o eligen volver al pasado reciente. (O)