Un Ministerio de Salud marcado por la inestabilidad

El nuevo ministro de Salud, Camilo Salinas, en una visita a la jornada de vacunación en Quito. MSP

Cartas, quipux (mail de la función pública), entrevistas y acusaciones de lado y lado se han hecho públicas en las últimas horas en referencia a la salida, tras apenas 19 días en funciones, del ahora exministro de Salud, Mauro Falconí, quien acusó a Martha Moncayo, gerente de Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) de interferir en el Plan Nacional de Vacunación y de emplear criterios regionalistas en la distribución de las dosis.

Las divergencias internas entre los funcionarios de alto rango del Gobierno saltaron a la luz tras producirse retrasos en la vacunación en tres centros ubicados en Quito, en los que las personas de la tercera edad debieron esperar hasta seis horas para ser inoculados.

El exministro Falconí afirmó que el problema surgió por la “injerencia” de la vicepresidenta María Alejandra Muñoz y de la gerente de CNT, que habrían dispuesto el uso de las vacunas de Pfizer de forma exclusiva para Quito, dejando sin las segundas dosis a quienes ya fueron vacunados con esta marca en otras provincias.

“Hay intereses de funcionarias de empresas públicas que se creen dueñas de la salud pública y quieren manejar a su antojo las dosis de Pfizer, quitando segundas dosis de otros pacientes que ya se vacunaron en el resto del país y quieren hacer lo que les da la gana”, afirmó Falconí.

La decisión de preservar la cantidad suficiente de vacunas de Pfizer para colocar las segundas dosis en distintas partes del país y utilizar las vacunas de Aztra-Zeneca en Quito, se la hizo conocer Falconí a Moncayo a las 2:30 de la madrugada de miércoles, lo cual, según lo informó el Gobierno, provocó retrasos en la inoculación de las personas adultas mayores.

Replican a Falconí

Pero la versión del presidente Lenín Moreno, de su secretario Jorge Wated, de Martha Moncayo y del ministro de Gobierno Gabriel Martínez, es otra, pues acusaron a Falconí de haber provocado los retrasos en la vacunación y por esta razón el primer mandatario le solicitó su renuncia.

“Nuestros adultos mayores merecen el máximo respeto. Lo sucedido el día de hoy no tiene justificación. He solicitado la renuncia al señor Ministro de Salud y será reemplazado por el doctor Camilo Salinas”, afirmó Moreno a través de su cuenta de Twitter.

Rechazo

Por su parte, Martha Moncayo rechazó ante todo que la hayan acusado de “regionalista”. Dijo que CNT hace más de 10 años maneja el agendamiento de citas del Ministerio de Salud.

Aclaró que la decisión de la Mesa Técnica de vacunar a las personas de la tercera edad solo con las dosis de Pfizer fue tomada con base a recomendaciones del propio Falconí, cuando se desempeñaba como director de la Agencia Nacional de Regulación y Control (Arcsa).

El ministro de Gobierno además afirmó que al momento se cuenta con dosis suficientes de Pfizer y que están llegando en promedio 50 mil semanales, por lo que la idea de Falconí de guardar cantidades para aplicar el refuerzo “pierde sustento”. (ASM)-(I)