Hay especulación en venta de oxígeno en Cuenca

Alex Galarza y Edwin Pérez, de Servi Industrial, ubicada en el parque Industrial, que es una de las cuatro distribuidoras que hay en Cuenca. XCA

En las redes sociales de Facebook y Twitter se venden tanques de oxígeno, de seis metros cúbicos (m3), para Cuenca, en 600 y hasta 800 dólares. Actualmente estos son los más requeridos.

A la presente fecha el precio de estos debería ser de entre 300 y máximo 350, y esto por la alta demanda, considera Patricio Castillo, enfermero y socio de MagaMedicina, empresa que da servicio de rehabilitación física.

A decir de Castillo, antes de la pandemia del COVID-19, un envase de este gas medicinal valía no más de 200 dólares, y en algunos casos en Guayaquil se podía conseguir inclusive a menor precio.

Señaló que asimismo el alquiler costaba menos de 80 dólares y hoy piden hasta 200. Igualmente, las recargas valían entre 30 y 60, y ahora se ofrecen por 100 dólares y a veces hasta por más.

“Por la gran demanda que comenzó a tener este producto los precios se incrementaron y también surgió un mercado de intermediarios, lo que a su vez genera una especulación brutal…”, advirtió.

Y agregó que, “la desesperación de las familias está haciendo que caigan en manos de estos especuladores, se están aprovechando del dolor y la angustia de la gente (…)”.

Contagios

Castillo detalló que las clínicas y hospitales están llenos de pacientes de COVID-19, por lo que algunos contagiados optan por buscar oxígeno para iniciar un tratamiento en sus casas.

Angel Beltrán, de la empresa Servi Industrial, ubicada en el parque Industrial, que es una de las cuatro distribuidoras que hay en esta ciudad, explicó que están al borde del colapso por la gran demanda.

“Las fábricas grandes de Guayaquil no nos logran abastecer el oxíge- no y tenemos bastante demanda en Cuenca y el Austro… Dependemos de tres fábricas, que están en Guayaquil…”, comentó.

Indicó que en las tres últimas semanas la demanda de este producto se ha triplicado: en la actualidad por ejemplo venden entre 70 y 80 tanques por semana.

Detalló que el cilindro de oxígeno viene con un kit básico: regulador, vaso y cánula. Todo esto lo venden en unos 350 dólares, y lo alquilan en 70 y 80 dólares por mes.

“A nosotros en poco tiempo se nos agota lo que tenemos y debemos viajar nuevamente a Guayaquil para hacer la cola y que nos den el producto para nosotros poder distribuir…”, manifestó.

Vanessa Medina, médico y especialista en oxigenoterapia, refirió que desde el 9 de abril el Ministerio de Salud Pública (MSP) estableció límites al cobro por la recarga de oxígeno medicinal.

Por ejemplo, recargar un cilindro de 10 m3 debe costar máximo 60,20 dólares; uno de 8 m3: 48, 16y uno de 6 m3: 36,12. El Gobierno Nacional anunció controles.

Medina advirtió que en algunos casos ha recibido pacientes que llegan con problemas respiratorios que se han agravado por el uso de oxígeno que resulta ser industrial y no medicinal.

“Es tanta la irresponsabilidad de algunos comerciantes, intermediarios le llamo yo, que engañan a las personas y le venden oxígeno de tipo industrial, que pueden dañar los pulmones…”, mencionó.

Por eso sugirió siempre fijarse en la etiqueta que tienen los envases, que generalmente debe decir: “oxígeno gaseoso medicinal” y son de color blanco. Mientras que el otro está identificado como: “oxígeno industrial”.

Recomendación

Cristian Manzano, médico y especialista en neumología, recomendó que cuando un paciente sea diagnosticado con COVID-19, no se les administre directamente oxígeno en casa.

“Lo adecuado es que vaya a un hospital o a una clínica y que allí le evalúe un médico, y que sea el profesional el que determine si puede o no seguir el tratamiento en casa, esto es lo más responsable (…)”, dijo.

Y añadió: “… podemos decir que la saturación de oxígeno debe estar entre los 90 y 95 %, y si baja de eso ocurre algo que nosotros llamamos hipoxemia y puede traer complicaciones cardiopulmonares”.

Para Manzano, el Estado debe establecer una tabla referencial también con los precios de venta y alquiler de los tanques de oxígeno para frenar de una vez por todas la especulación…”. (CSM)-(I)

ARCSA controla a distribuidoras

La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA) intensificó sus visitas de control a locales de almacenamiento y distribución de gases medicinales de tanque blanco en todo el país.

Gina Verdezoto, coordinadora zonal 6 de ARCSA, confirmó que este tipo de producto ha tenido alta demanda en los últimos meses, por la necesidad de oxígeno gaseoso medicinal para pacientes afectados por COVID-19.

Y esto ha generado especulación de precios, por lo que las inspecciones que hace ARCSA, con otras instituciones, no solo están enfocadas a verificar la regularización sanitaria, sino evitar incrementos injustificados.

“En caso de identificar especulación o incremento injustificado de precios del producto, se levanta un informe dirigido a la Secretaría de Regulación de Precios del Ministerio de Salud (MSP)…”, informó.

Recordó que en las provincias de Azuay, Cañar y Morona Santiago no hay plan- tas envasadoras, solo distribuidoras. En caso de denuncias o inquietudes ciudadanas se pueden reportar a través de la app Arcsa Móvil.

Es importante citar que para su funcionamiento estos locales están sujetos a cumplir normas de buenas prácticas de almacenamiento y distribución. Obtienen una certificación con una vigencia de tres años.

Por otra parte, señaló que las distribuidoras están prohibidas de hacer fraccionamiento o reenvase del gas medicinal. No pueden cambiar de envases grandes a pequeños. (I)

Datos

  • El tanque de color blanco es gas medicinal, está prefiltrado a fin de evitar bacterias, está libre de cualquier otro componente. ARCSA pidió a la ciudadanía adquirir este producto en lugares autorizados
  • El medicinal necesita un 99,9 % de pureza y requiere registro sanitario, cuya certificación avala que pasó por procesos que brindan seguridad para el uso y consumo humano.
  • El tanque de color verde, que es de oxígeno industrial, puede tener otros elementos y esto no significa un riesgo porque se utiliza en procesos de combustión para diferentes actividades.