Deben desaparecer

Mario Jaramillo Paredes

El Consejo de Participación Ciudadana y la Senescyt deberían desaparecer. Fueron creados para consolidar un Estado vertical y autoritario. El Consejo, hecho para nombrar autoridades que debían cumplir las órdenes del caudillo. La Senescyt para someter a las universidades. Cumplieron al pie de la letra con sus objetivos.

La Ley de Educación Superior fue redactada- igual que la Constitución con la guía de asesores españoles-bajo el concepto de un estado centralizado y vertical. Ese presidente sostenía que él no era solamente cabeza del ejecutivo sino de todos los poderes. Y, efectivamente tenía férreamente controlado al poder judicial con jueces dependientes, al poder legislativo que le era sumiso – en palabras de una sumisa diputada- y al Consejo de Participación Ciudadana, un monigote por medio del cual nombró a sus amigotes para Contralor, Fiscal, Superintendencias, Consejo Nacional Electoral, Contencioso Electoral, Procurador y Consejo de la Judicatura. Varios de ellos están presos unos y fugados otros. Algunos siguen en la impunidad.

En ese contexto, el control de la educación superior no podía quedar fuera. Creó la SENESCYT en donde puso otros sumisos para controlar a las universidades. Para ello impusieron normas que atemorizaron, presionaron económicamente sometiendo a las universidades que perdieron autonomía y se ahogaron en un laberinto de tramitología que va desde procesos administrativos hasta la forma de preparar y dar clases. La SENESCYT fue el instrumento para ejecutar la ley vertical y autoritaria. No es chiste aquello de que un estudiante que aspiraba a seguir Derecho en Loja era enviado a seguir Matricería en Ibarra. Era la caricatura de un Estado centralmente planificado, vieja aspiración de la izquierda stalinista. (O)