Grabaciones revelan la
 trama en Petroecuador

La Empresa Pública de Hidrocarburos del Ecuador. Imagen de PetroEcuador

El grabar a quienes reciben las coimas al parecer es un mecanismo de protección común, lo realizó en su momento el exdirector de Odebrecht en Ecuador, José Conceição Filho, y ahora también se evidencia en el caso de delincuencia organizada por el que es investigado el contralor Pablo Celi; el exministro José Agusto Briones; el exgerente de Petroecuador Pablo Flores, y seis personas más.

En esta ocasión las conversaciones telefónicas y los videos fueron registrados por el empresario José Luis de la Paz, socio de la empresa Nolimit, que habría pagado a los implicados más de cuatro millones de dólares en coimas por la eliminación de glosas por 13 millones de dólares en la Contraloría.

El registro de las conversaciones fue entregado por José Luis de la Paz a la justicia estadounidense en el juicio por lavado de activos que se le siguió en este país y por el que pagó tres años de libertad condicional. La información, que actualmente se encuentra en manos de la Fiscalía ecuatoriana y que fue entregada como parte de la colaboración internacional, pone en evidencia el diálogo que habrían mantenido José Luis de la Paz y Raúl de la Torre, sobrino del contralor Pablo Celi, quien era el encargado de presionar por el depósito de los sobornos que Nolimit entregaba para la eliminación de glosas y el pago de facturas en Petroecuador.

En una de las conversaciones de la Torre presiona a de la Paz por la cancelación de un millón 800 mil dólares, de los cuales 750 mil dólares debía ser depositados a su tío, Pablo Celi, mientras que 750 mil dólares eran para él y 300 mil dólares para Natalia Cárdenas, asesora del exgerente de Petroecuador.

Los diálogos evidencian nerviosismo, desconfianza, preocupación por los depósitos, pero también por ser descubiertos, para evitar que esto suceda los funcionarios emplean a sus familiares y sus cuentas en el exterior, en donde depositan los dineros ilícitos.

“Trata de que le transfieran a la cuenta anterior, que es del hermano que tiene un fideicomiso”, le dice de la Torre al socio de Nolimit, quien le pregunta “¿cuál cuenta anterior?”, “a esa cuenta, a esa cuenta de Costa Rica, la que te di la última, la segunda es del hermano, del Adolfo Agusto”.

Tanto el contralor Pablo Celi, como el exsecretario general de la Presidencia José Agusto Briones, utilizaron a sus hermanos, Esteban Celi y Luis Adolfo Agusto Briones, tanto para presionar por los pagos, como para que se les deposite los fondos adquiridos ilícitamente.

Pese a que a través de un comunicado negó cualquier vinculación en el caso, en las conversaciones también fue mencionado Santiago Cuesta, exconsejero del presidente Lenín Moreno, a quien se le señala como una de las personas que conocían del negociado.

Presión para desvanecer glosas

A través de amenazas de destitución o el inicio de sumarios administrativos, Pablo Celi lograba que en la Contraloría sus subalternos le obedezcan y realicen el desvanecimiento de por lo menos cinco glosas impuestas a la empresa Nolimit, así lo dejaron claro en sus versiones ante la Fiscalía los sobcontralores Luis Miño y Nelson Dueñas.

Según lo explicó en su argumento la fiscal general de la Nación, Diana Salazar, el mecanismo empleado por Polit consistía en nombrar provisionalmente a Miño y Dueñas como subcontralores, período en que se les ordenaba el desvanecimiento de glosas, que son indicios de responsabilidad penal o civil en la contratación pública, lo que impedía que Nolimit cobre las facturas en Petroecuador; las acciones en su mayoría de veces las realizaba mientras se encontraba de viaje. (I)