“Nadie estará a salvo hasta que todos estén a salvo”

Claudia Acosta A.

Parece que nuevamente estamos como al principio, confinados, en alerta y riesgo permanente, incluso llama la atención que países donde la vacunación está ya bastante adelantada, como es el caso de Chile en Latinoamérica, estén de nuevo encerrados y con gran número de contagios…

Las realidades del mundo son diversas y sí, diametralmente opuestas, mientras los países ricos han asegurado y adquirido dosis de vacunas que exceden a su población, los países pobres del mundo no tienen acceso a éstas o la tienen de forma muy limitada… a nivel de Latinoamérica,  podemos ver la llegada de las vacunas a cuenta gotas en la mayoría de los países, los limitados recursos a nivel de salud pública, hospitales que no dan abasto y clínicas privadas en las cuales el ingreso es con cash en la mano… En un artículo publicado por la BBC Brasil, el 26 de marzo de este año, bajo el título “Coronavirus: como el mundo puede acabar dividido en dos según el riesgo de la covid-19” dice: “los países que no completen la vacunación de la población y no controlen la aparición de nuevas variantes, pueden terminar aislados del resto del mundo y clasificados de manera oficial o informal como zonas de riesgo amarillas o rojas” …

La misma dicotomía de siempre se hace presente, ricos y pobres, grupos vulnerables que se hacen más vulnerables aun y esta ingenua idea de creer que limites geográficos, acceso a recursos nos mantendrán a salvo,  pero ¿cuánto durara este estar a salvo?, finalmente viajamos en el mismo barco… la covid 19 nos ha mostrado de una y mil maneras que para éste las fronteras geográficas no existen, si somos ricos, pobres, tampoco lo entiende, no respeta normas, ni leyes humanas, escapa a todo lo que podemos predecir de él, y sin embargo su comportamiento es los más claro y objetivo, ¡real! ¡Todos somos iguales, formados de la misma materia, con la misma forma corporal, nos llamamos humanos, vivimos aquí en estos pedazos de tierra rodeados de agua que los llamamos continentes, y bueno creo que no hay más!  color, raza, educación, cultura, posición social, económica, país de origen, qué más da, ¡eso el virus no lo ve!.

Para terminar dentro de este mismo artículo las palabras del investigador británico Charlie Whitaker: el virus incontrolado en un país es una amenaza global, nadie estará a salvo hasta que todos estén a salvo. Y asegurarnos de que estar a salvo, significa limitar la capacidad de que surjan variantes. Las medidas de control son útiles para logra esto, pero quizás aún más importante es garantizar una estrategia de vacunación global justa. Ningún país debería quedarse atrás”. (O)