Día del Trabajador

Por segundo año consecutivo el Día Internacional del Trabajador se conmemora este primero de mayo en condiciones nada halagadoras para millones de obreros en el mundo.

El impacto de la pandemia por el Covid-19 profundizó más la crisis económica, sobre todo de los países en vías de desarrollo, y aun de los más sofisticados.

Si antes, como en el caso de Ecuador, la falta de fuentes de trabajo fue un dolor de cabeza para los gobiernos, ahora lo es mucho más.

El confinamiento, que llevó no solamente a que la gente permanezca dentro de sus domicilios, sino a la paralización casi total del sector productivo, del comercio, en fin, de toda actividad económica, ha dejado una realidad social difícil de resolver siquiera a mediano plazo.

Aumentó el número de desempleados, de subempleados; algunas empresas quebraron, miles se quedaron sin sus fuentes de trabajo o reducidos sus ingresos.

El sector privado, que es el más grande empleador, sin mayores alicientes por parte del gobierno, o temeroso de que cualquier inversión podría estar en riesgo si no retorna la normalidad sanitaria, tampoco resurge del todo.

Las medidas jurídicas tomadas por los Estados tampoco resultan tan efectivas, y, en algunos, más bien han ahondado la conflictividad obrero-patronal.

El Día Internacional del Trabajador, creado en homenaje a los “Mártires de Chicago”, en el caso de Ecuador se conmemora en momentos en que la Seguridad Social vive sus peores días, producto de la crisis financiera que hace presagiar posibles reformas de fondo que, a lo mejor, derivarán en agrias polémicas.

Quien creería que la crisis sanitaria conduciría al teletrabajo; o que millones de trabajadores son desplazados por la tecnología.

El trabajador ecuatoriano también celebra su Día con la esperanza puesta en el nuevo gobierno, que está llamado a privilegiar no tanto las cifras macroeconómicas, sino en crear políticas de Estado que permitan más fuentes de trabajo, apoyando al sector privado, y de tener presente que nada se crea ni produce sin la fuerza del trabajador.