Un hito cuencano

CON SABOR A MORALEJA Bridget Gibbs Andrade

La consulta popular por el agua en Cuenca se convirtió en un hito a nivel nacional, motivando futuras consultas a favor de la preservación de nuestro diverso ecosistema. La petición que está haciendo la Mancomunidad del Chocó Andino de Pichincha, situado a 45 minutos al noroccidente de Quito, es similar a la realizada en Cuenca. Es el hogar paradisíaco de osos de anteojos, colibríes, tigrillos, orquídeas e innumerables cascadas que fue declarado por la UNESCO, en el 2018, como la séptima Reserva de Biósfera en el mundo. Pese a esto, el Estado ha concesionado a 12 mineras y otras 6 se encuentran en trámite, condenando a esta región a una devastación perpetua.

El 29 de marzo, activistas ecológicos y la Mancomunidad entregaron a la Corte Constitucional (CC) una iniciativa de consulta popular para frenar la minería en el cantón Quito, luego de que sus pobladores se declararan en resistencia contra las concesiones mineras, las que han producido una fragmentación social. Entre sus habitantes están los que eligieron adherirse a las compañías mineras, estimulados por “el oro y el moro” que les ofrecen estas transnacionales. Y, por otro lado, están los que decidieron mantener su forma tradicional de vida en armonía con el medio ambiente, protegiendo el agua y la tierra que son el sustento de sus familias. La Mancomunidad está a la espera de que la CC califique la pregunta que plantearon para realizar una consulta popular, cuyo resultado rechace la actividad minera en la región.

Un legislador peruano denunció la contaminación que llega al río Tumbes desde el río Puyango, que nace en las zonas altas mineras de Portovelo y Zaruma. Las aguas del Tumbes son utilizadas para el consumo humano y para el riego de cultivos como el banano y el cacao, los que han dejado de ser aceptados en la Unión Europea por el alto contenido de metales pesados. Al año, se vierten 1.8 toneladas de mercurio en el río. Ha solicitado al Congreso peruano que exhorte al presidente para que demande al Ecuador. Si esto no ocurre, presentará su denuncia en las instancias internacionales haciendo alusión al acuerdo de paz Ecuador-Perú de 1998, y al acuerdo de 1971. Es decir, tiene bases jurídicas e internacionales para fundamentar su demanda. Los que no se preocupan por el ecosistema, personifican lo más aciago de un ser humano. (O)