Ideas y obras

Claudio Malo González

Izquierda y derecha, en política, en nuestros días genera confusión. En la guerra fría, las dos mayores potencias del mundo estaban organizadas con sistemas demócrata liberales y socialista marxista; estos términos tenían sentido. Gobernar un país implica la realización de obras con respeto a los ciudadanos para robustecer el bien común. Cuando se autocalifican o calificamos a gobiernos de diversos países con estas palabras, poco sentido tiene evaluar su eficiencia, partiendo del principio “por sus obras los conoceréis”

El socialismo del siglo XXI en América Latina trató de convertirse en la versión ideal del ordenamiento social. Sus efectos han sido cuestionables. Pese a su riqueza petrolera, Venezuela vive una situación calamitosa. Chávez, el profeta de esta “doctrina”, con desvergonzada demagogia arremetió contra la infraestructura agrícola e industrial y destruyó la productividad, intensificando la dependencia del petróleo. Su sucesor se mantiene con el apoyo de las fuerzas armadas sumisas. Más del diez por ciento de su población se ha visto obligada a emigrar para sobrevivir, en algunos casos pidiendo limosna en las calles.

Su mejor pupilo, Correa, institucionalizó en nuestro país la corrupción con negociados ultra millonarios. Una buena parte de sus colaboradores “estrellas”, comenzando por el capo, están en prisión o sus fugitivos. Estos “sucialismos” se consideran de izquierda. No pudo perpetuarse y triunfó en las elecciones un derechista.

No cabe identificar izquierda con el chavocorreísmo. En otros países, gobiernos con esta orientación han sido positivos. Tampoco derecha con autoritarismo y explotación obrera. El resultado en obras es el que expresa el éxito o fracaso, más que las “ideologías». (O)