Tarea noble

Eduardo Sánchez Sánchez

En la mitología romana la diosa de la agricultura está representada por Ceres, de la raíz protoindueuropea Ker, que significa crecer, crear y de donde surgen palabras como cereales o cerveza. En la mitología griega es la diosa Deméter la encargada de la agricultura y la fertilidad.

Hoy en tiempos de pandemia,  los humanos hemos valorado la noble gestión del agricultor, del hombre de campo, del abnegado ser que planta y cría para tener alegría, quien piensa que de todos es la huerta que no tiene cerca ni puerta.

El arte de cultivar para satisfacer las necesidades alimentarias de los humanos se resume en esta profesión, practicada por seres que tienen vocación, es dura la tarea de batallar contra mil factores que implican riesgos, climas agresivos,  mala paga y verdadera fatiga de quienes laboran arduamente para llenar la mesa, del humilde y del refinado, del labrador o del orador, pues todos son iguales cuando el hambre golpea la puerta del comedor.

Profesión que arrancó hace 10.000 años, cuando los seres humanos decidieron cautivar plantas, cultivarlas, mejorarlas, aprender tanto de ellas, sus necesidades, tiempos de siembra y cosecha, etc. Sin embargo, a la humilde campesina le regatea el comprador y se interpone el abusivo intermediario, que mal paga a su sacrificada labor.

El mundo tiene que respetar a estos héroes, que traen los alimentos del bucólico entorno donde prima el petricor, la naturaleza encantadora que gesta vida y grato sabor a la nutrición. Es el gobierno nacional, quien tiene la obligación de apoyar estas tareas, créditos, tecnología, asesoramiento e iniciar producción para satisfacer mercado nacional y exportar, el mundo clama por alimentos de calidad y gozamos de clima y suelos aptos para estas prácticas, sobre todo en la región Litoral. (O)