Danza de los millones

Con este nombre se calificó en los años veinte del siglo pasado a los 25 millones de dólares que Estados Unidos dio a Colombia como “indemnización” por la separación de Panamá. El país del norte tenía marcado interés en construir el canal y era más fácil negociar con un naciente estado pequeño que con un país grande y con sólida historia. En aquellos tiempos hablar de millones en moneda era referirse a una cifra gigantesca y los millonarios se contaban con el dedo de la mano. En nuestros días el término es más llevadero, dependiendo de la moneda. El Bolívar venezolano se cotiza en 2.844.049, Todos los venezolanos son “millonarios” como conquista del socialismo del siglo XXI.

Nos referimos ahora a las gigantescas cifras manejadas como coimas durante el correato. Hace algunos días se destapó un escándalo más de PETROECUADOR por confesiones de ciudadanos ecuatorianos en procesos judiciales seguidos en Estados Unidos donde residen “disfrutando de sus negocios”. Salieron también a luz funcionarios del gobierno anterior que viven en nuestro país que se mantuvieron en el actual. Hablar en estos casos de un millón, suena a limosna. Las coimas llegan a centenares y a veces millares de millones. El boom petrolero en la administración de Correa sirvió para “alentar” este tipo de “inversiones”.

Descendiendo a la pobreza, la pandemia que vivimos habla también de centenares y miles de millones. Se han logrado elaborar vacunas en varios países y el meta ideal es que todos los ciudadanos del mundo la reciban como único medio para derrotar al COVID-19. El problema radica en la gran dificultad para adquirirlas por la limitada producción. Se habla de centenares de millones de este medicamento preventivo para poder cumplir con el propósito final. Países como el nuestro viven este problema, pese a los empeños de las autoridades gubernamentales.  Como “consuelo de bobos” situaciones similares se dan en todo el planeta.