Colombia acuerdo o violencia

Carlos Castro Riera

Colombia vive un nuevo estallido social que se suma a una historia de constantes protestas sociales cuyas raíces son de carácter estructural y no meramente coyuntural y por ello a pesar de que, el gobierno de Duque retiró el proyecto de reformas tributarias, sin embargo, continuó el enfrentamiento social agravado por la represión terrorista y sangrienta a las movilizaciones populares, que ha motivado la reacción de la ONU, la Unión Europea y organizaciones de derechos humanos.

El pueblo colombiano ha sido dominado a lo largo de su vida republicana por una argolla oligárquica expresada en el pacto conservador-liberal que cerró el paso a otras fuerzas sociales, llegándose hasta el asesinato de Gaitán, hecho que dio origen a un nuevo periodo de violencia que se agudizó con el surgimiento de la guerrilla, luego con el narcotráfico y los grupos paramilitares sostenidos por sectores ultraderechistas y que fueron alentados cuando Uribe llega al poder e impulsa la estrategia de agudización de la guerra para acabar con la guerrilla.

La estrategia Uribista solo condujo a un mayor derramamiento de sangre y la utilización de prácticas de guerra sucia y terror a la población civil, masacres a campesinos presentados luego como guerrilleros (falsos positivos) generándose desplazamientos masivos de población en busca de refugio, situación agravada por la utilización de defoliantes para eliminar cultivos de coca pero que afectaban la salud de la población fronteriza y la institucionalización del secuestro por parte de la guerrilla y paramilitares.

A la fracasada estrategia de la guerra, le siguió la estrategia de la paz del expresidente J.M. Santos, llegándose al acuerdo con las FARC tras muchas vicisitudes y la oposición del Uribismo que luego retomó el poder con I. Duque en cuyo gobierno no se ha honrado en forma debida el acuerdo de paz y continúan los asesinatos a dirigentes sociales.

Son los mismos actores políticos del neoliberalismo machetero, boicoteadores del proceso de paz y fascistoides, los que han provocado la reacción popular en un país donde existe una gran concentración de la tierra y la riqueza que exige cambios radicales urgentes para lograr algo de justicia social en base de consensos más no del terrorismo estatal. (O)