El pan y la gobernabilidad

Gerardo Maldonado Zeas

Este anuncio de que el pan subirá a 20 centavos a partir del 24 de mayo, justo el día de inicio del gobierno del presidente Lasso, es una señal de que ciertos grupos o gremios están deseosos de conflictuar, y tratar de desprestigiar al nuevo gobierno, buscando que su imagen entre decaída desde el primer día.

Uno de los argumentos para la pretendida subida, es que el precio del diésel se ha elevado; argumento sin peso, si analizamos la participación de este componente en el costo de producción, la cual es mínima en el caso de hornos que funcionen con este combustible, porque la inmensa mayoría trabaja con gas. Imposible creer una subida de precio de un pan entre un 50 % y 100 %

La ganancia de Lasso ha generado un positivo movimiento en la economía; los proyectos rezagados por la falta confianza empezaron a realizarse; los inversores comenzaron a trabajar. Por eso un gran grupo de los panificadores más bien han anunciado que el precio no sé moverá, porque así han entendido la dinámica de la economía, y su viabilización en la práctica.

Las señales que el presidente Lasso ha mostrado durante este período de anuncios en la conformación del gabinete son positivas para el país. A algunas personas no les gusta ciertos nombres, pero queda claro que el equipo económico es el esperado, porque responde a un objetivo de búsqueda de la reducción del déficit fiscal y la priorización de la reactivación económica.

A esta ahora la Asamblea Nacional ya estará integrada con su presidente y miembros del CAL. La tan ansiada gobernabilidad, es el gran objetivo que soportará los cambios que el 53 % del país pidió el 11 de abril. Se habla de una “Comisión de la Verdad” impulsada desde UNES, para la revisión de casos judiciales emblemáticos en los cuales están involucrados cercanos al Correísmo. Un nombre sutil que esconde intenciones para liberar a los condenados de la década perdida, para victimizarlos y liberarlos de sus penas. Esto según la percepción de la mayoría de ciudadanos no es aceptado, y diezmaría la legitimidad del triunfo de Lasso. (O)