La nueva asamblea

Mario Jaramillo Paredes

La elección en la Asamblea generó una ola de cálculos que, en la gran mayoría de los casos, resultaron fallidos. Ningún brujo, cientista o cuentista social, acertó en los nombres de quienes resultaron electos.

1- El ascenso de Pachakutic a dirigir el Poder Legislativo es un hecho histórico y positivo. Además, se trata de una mujer lo que hace de éste un doble hecho sin precedentes. Ahora son parte de los poderosos. Según como manejen el poder pueden permanecer en la cima o bajar a la sima.

2- Después de casi quince años de hegemonía del correísmo, llegan otras corrientes políticas a la dirigencia legislativa. Pachakutic, la Izquierda Democrática y Creo adquieren una enorme responsabilidad: devolver dignidad a esa función del estado que cayó en manos de diezmeros y no pocos malandrines. El dos por ciento de credibilidad con que terminó la anterior Asamblea crea el gran desafío de recuperar la confianza perdida.

3- La antinatural alianza entre Creo, Socialcristianos y Correístas que se anunció pondría autoridades, finalmente no se concretó. Sin embargo, se mantuvo hasta el final la unión del socialcristianismo y el correísmo. Continuará esta alianza para hacer oposición al nuevo gobierno de Guillermo Lasso…es una incógnita que el tiempo despejará.

4- Lasso superó un paso que pudo ser desastroso para él:  aliarse con el correísmo. El intento fallido de UNES de dar sus votos a cambio de impunidad para sus presos y procesados, no fue aceptado por él. Recuperó con esa actitud la confianza de sus electores.

5. Que el ejecutivo tenga un contrapeso en el legislativo es siempre bueno. Parte de la corrupción de los últimos años se debió a Asambleas sumisas con mayorías oficialistas que no deliberaban, sino que recibían órdenes del ejecutivo y que no fiscalizaron sino dejaron hacer y dejaron pasar. (O)