¡Que barbaridad!

Hugo Lucero Luzuriaga

Una expresión que llama la atención y hasta espeluzna, pero que es pertinente expresarla ante una realidad que se sucede en la “Cuna de la Nacionalidad Ecuatoriana” como es Girón.  Una barbaridad que lo calificaríamos como un insulto a la cultura, el que se haga desaparecer o se “guarden” libros, revistas, periódicos y demás documentos de la biblioteca Municipal del Cantón Girón, conociendo que es un escenario dedicado a conservar el conocimiento, motivar la investigación, difundir la cultura, proporcionar información a través de medios físicos, digitales, audios visuales, y de manera preponderante un espacio que atesora la memoria histórica de los pueblos. 

Los contenidos de la biblioteca desde hace más de 3 años han sido encajonados, embodegados y obviamente desorganizados y maltratados en una “bodeguita” del Mercado Municipal, por ende, relegados al deterioro y destrucción. Lo más anecdótico y hasta irrisible del caso es que se cuenta con una funcionaria con nombramiento de Bibliotecaria pero que, se desempeña en otras actividades por delegación de los superiores, obviando un trabajo para la cual fue designada y como tal preparada. Lo mencionado no tiene justificación alguna, incluso si fuera para adecuación de local se debió provisionalmente trasladar a otro ya sea propio o en arrendamiento, como tampoco justifica la pandemia, porque la insensatez se dio mucho antes de la presencia del virus, además conociendo que este enemigo no destruye libros y afines.

Conociendo de su importancia la biblioteca Municipal en Girón, para vergüenza de propios y extraños: hoy no existe, empero que, para algunos funcionarios parece que no tiene valor alguno ni servicio en estos tiempos modernos; mostrado en un desacierto que está echando a perder muchos documentos y valiosa información como libros de respetables bibliotecas donadas al Municipio por parte de prestantes ciudadanos gironences y de la provincia, oprobio generado  por arbitrariedades negativas que no deben darse en ninguna parte del planeta donde exista gente pensante y que conserve el sentido común, que como alguien dijo, es el menos común de los sentidos. (O)