Operadoras de buses que van a parroquias retirarán progresivamente sus unidades

Rosario Peñaloza con frecuencia usa este transporte para viajar a Molleturo. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Las operadoras de transporte interparroquial de pasajeros de Cuenca desde la próxima semana retirarán progresivamente sus buses con la justificación de que ya no tienen recursos para financiar su circulación.


Según Brighit Verdugo, asesora legal de este gremio de la transportación, en algunos casos incluso trabajan a pérdida puesto que los ingresos que tienen no son suficientes.


En este cantón las empresas que dan este servicio son: Transvedemasa (23); Trainsvedejusa (21); ExpressQuingeo (11); Transvicport (21); Occitrans (12); C, Hermanos (4). En total son 92 unidades.


Cubren rutas a: Molleturo, Chaucha, Quingeo, Cumbe, Victoria del Portete, Tarqui, Turi, El Valle, Santa Ana, Nulti, Sinincay y San Joaquín. La antigüedad de la flota es de entre 1999 y 2011.


En febrero de este año el Concejo Cantonal acordó una resolución con la que actualizó el valor de los pasajes para esta modalidad de transporte. En marzo se hizo un ajuste para algunas rutas.

De acuerdo con Verdugo, las tarifas están muy por debajo de lo que consideran que es la realidad, y, asimismo, las unidades circulan con un aforo menor al 50 % respecto al número de asientos, como medida de prevención por la COVID-19.


Advirtió que no se sienten representados por las organizaciones de transporte a nivel nacional, que han iniciado una serie de diálogos con el Gobierno Nacional y el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP).

Harán una marcha pacífica hoy en la ciudad con el fin de pedir a las autoridades que atiendan sus requerimientos. Han convocado a la población de los sectores rurales para que los respalde.


El anuncio de este gremio del transporte le preocupa a Javier Chillogalli, de la parroquia Quingeo, quien todos los días utiliza estos buses para llegar y regresar de su trabajo en una mecánica, en el sector de la Feria Libre, de El Arenal.


“Hemos pedido que haya una reunión entre los transportistas, autoridades y la comunidad para llegar a un acuerdo y hacer que el servicio mejore, porque esto afecta a miles de personas que vivimos en las zonas rurales…”, precisó.


La preocupación de Chillogalli es compartida por Rosario Peñaloza, quien usa este transporte para viajar a Molleturo, una de las parroquias más alejadas que tiene este cantón.


Ella también espera que los transportistas lleguen a un consenso con las autoridades con el fin de que además se mejore este servicio y se incrementen turnos y frecuencias.

Para Adrián Tacuri, de la parroquia Tarqui, quien a diario usa estos buses, en caso de una paralización miles de personas de esta zona resultarán afectadas dado que es su única alternativa para movilizarse.


“Al final es el pueblo el que termina perjudicado, somos los más pobres los que terminamos afectados, porque nosotros no tenemos para pagar un taxi o una camioneta para venir a Cuenca…”, señaló.