Hace 5 años Valentina Cosios de 11 años fue encontrada sin vida y con signos de agresión sexual dentro del colegio donde estudiaba. Esta semana se llevó a cabo la audiencia de formulación de cargos contra la institución educativa, y me pregunto ¿la justicia que tarda es justicia?
Esta misma semana, tras 3 años de un proceso penal tortuoso para Martina y su familia contra “El Mangajo”, se declaró su inocencia pese a las evidencias y a los antecedentes penales. Se solicitó la apelación y revisión de pruebas y pericias, lo cual puede tomar otros 3 años.
La lista de casos por delitos sexuales que no encuentran justicia ni reparación en el país resulta interminable, según fiscalía en 2019 se registraban 39 denuncias diarias de agresiones sexuales; solo el 5% llegan a ser judicializadas, muy pocas terminan en sentencia condenatoria para el agresor; nunca se cumple con la reparación a las víctimas.
Preguntemos con seriedad ¿qué pasa con la justicia en el país? ¿qué impide que los delitos sexuales sean tratados con celeridad? Pero la verdadera pregunta es ¿qué tipo de sistema social y familiar vivimos que solapa y silencia el abuso sexual? (O)
