¡Salud sana!

Suena a redundancia, pero cobra sentido cuando el actual vicepresidente de la república, al recorrer algunos hospitales del país, manifestó que “la salud está enferma” lo que cobra mayor sentido considerando que se trata de un médico muy calificado. La salud es uno de los derechos más importantes de los ciudadanos que el Estado debe satisfacerlo dedicando importantes recursos, ya que ni salud ni enfermedad tienen ideología. Países capitalistas como Reino Unidos han socializado la medicina para que todo ciudadano tenga derecho a este servicio sin hacer egresos económicos o pagar seguros particulares muy caros a los que no tienen acceso económico muchas personas.

En nuestro país hay hospitales estatales a los que tienen acceso todos, de manera especial los de sectores económicamente débiles. El Seguro Social, con aportes obligatorios personales y patronales de los trabajadores presta servicios de salud a todo afiliado como respuesta a sus aportes. Desde hace algún tiempo, en varios centros de salud públicos han hecho presencia actos de corrupción escandalosos relacionados con sobreprecios y turbios acuerdos con proveedores. Hay casos en los que ha intervenido el gobierno y algunos están presos, pero los servicios de salud están muy enfermos de este mal que debe ser combatido con fuerza, para que, curados, se beneficien los que van a ellos.

Así como para combatir la pandemia que vivimos el gobierno ha decidido realizar una campaña a fondo para vacunar a los ecuatorianos, debe emprender en una campaña radical contra la “pandemia” de la corrupción de los centros de salud sin concesión alguna. Si contra algo debe haber intolerancia total es la corrupción. No solo se trata de profesionales de la salud, sino de los sistemas de administración que deben tener óptimos sistemas organizativos y de control económico rígidos e implacables. Esperamos que esto ocurra y que, al terminar el gobierno, pueda afirmar el vicepresidente “la salud se ha sanado”.