Liquidación de Seguros Sucre

Calificada como “un foco de corrupción”, el presidente Guillermo Lasso dispuso la liquidación voluntaria de Seguros Sucre. Esta empresa del Estado, solo en 2020 emitió USD 283 millones en primas y hasta marzo anterior 77 millones.

Dichas cifras son apenas una pequeña señal del gigantesco volumen de recursos que por contratos de pólizas de seguros manejó desde 2007 hasta la fecha.

De apenas tener solo el 2 % de participación en el mercado asegurador del país en 2007, de manos del Estado pasó a ostentar el 17 %. ¿Y cómo?

El gobernante de la época, partidario de que el Estado todo lo controle, primero dispuso que vehículos y contratos de 170 instituciones públicas contraten sus pólizas con Sucre. No satisfecho con eso, luego ordenó que hicieran igual todas las entidades estatales.

Seguros Sucre no tuvo competidor. Los reclamos de las aseguradoras privadas, que exigían igualdad de oportunidades y denunciaron el monopolio, no tuvieron eco.

Su supuesta solidez pronto comenzó a resquebrajarse, amén de los escándalos por corrupción.

Pero en 2020 ya registró pérdidas por más de USD 8 millones. Además, comenzó a ser investigada por malos manejos. Uno de sus directivos enfrenta cargos judiciales en Estados Unidos, acusado de recibir USD 6,5 millones en sobornos.

Otro fue detenido en 2016 acusado de presunto delito de lavado de activos. La Fiscalía descubrió un movimiento irregular por USD 1,3 millones, supuestamente provenientes del pago de coimas por reaseguros.

Y aún resta entero por descubrir más irregularidades, responsabilidad que también recaerá en el liquidador. Lo deberá nombrar la Corporación Financiera Nacional.

El Presidente ha pedido respetar los contratos suscritos hasta su terminación, no así la emisión, extensión o renovación de pólizas.

No cabe duda que la liquidación será compleja y tomará su tiempo. Durante el proceso deberá responder por eventuales siniestros de sus clientes y cobrar deudas. Otras pólizas están por vencer.

Pero la decisión está tomada. Ojalá nada ni nadie la trabe para que impere la transparencia.