Los nuevos retos de la Agricultura

Gerardo Maldonado Zeas

El programa de apoyo a la agricultura del gobierno nacional, con préstamos al 1 % a 30 años plazo, sin duda reactivará la economía de un país rico en recursos naturales, con zonas pródigas para la producción del sector primario como el banano, cacao, naranja, sandía, etc.

Conozco de cerca el potencial de zonas como la de Ventanas en la provincia de Los Ríos, en donde la CEM Austrogas entrega gas a granel a un amplio sector de fincas y empresas dedicadas a la producción básicamente de maíz y soya. Esta querida zona, con un gran movimiento económico, ha estado olvidada por décadas y ha trabajado con la fe del carbonero: un año se produce y cosecha porque el tiempo fue “bueno”; y otro período puede ser que le vaya mal sin llegar a comprender de manera puramente técnica la realidad de sus actividades.

Este escenario, común en muchos sectores, ha impedido que la agricultura del país, que tiene ventajas comparativas, es decir la capacidad de la tierra bendecida para obtener productos únicos, no termine de despegar.

Para crecer básicamente como proveedores de materias primas para el mercado nacional, y proyectarse a exportar, se requiere eficacia en varios componentes como el acceso a tecnología, integrarse a bloques comerciales, alcanzar eficiencia en los factores de producción y talento humano, pero sobre todo conseguir crédito barato para enfrentar la recuperación de un sector golpeado por las inadecuadas políticas económicas en materia agrícola.

El banano, por ejemplo, el segundo rubro de mayor importancia en las exportaciones totales del Ecuador, en la medida que crezca su producción, generará ingresos para contribuir al incremento del PIB, en mayor proporción que otros rubros, excluyendo al petróleo. Pero los otros productos que diversifican la oferta del país, crecerán en estos años por el apoyo gubernamental a los agricultores quienes deberán mostrar la predisposición para recuperarse con orden, pagando a tiempo los créditos que ahora sí tendrán una tasa baja para su reactivación. Esperamos años mejores. (O)