El IESS bajo la lupa (IV)

Alberto Ordóñez Ortiz

En los tres artículos anteriores subrayé los principales problemas que definen la honda crisis en que se debate el IESS. Es hora, entonces –porque resultaría insuficiente- que demos con las medidas –apremiantes por cierto- que le devuelvan la estabilidad que requiere su vital permanencia; y con ella, la sobrevivencia misma de la justicia solidaria en un país que en materia de seguridad social abarca a sus más amplios sectores. He aquí sus principales soluciones:

1) La revisión integral –por un equipo de expertos- de los cálculos matemático actuariales, sustento de sus prestaciones, pues que, desde su  fundación: 13 de marzo de 1928, han transcurrido más de 93 años, lapso en el que las constantes variables económicas las habrían afectado sustancialmente; 2) En lo que concierne al desfinanciamiento provocado por la extensión del Seguro de Salud a los hijos menores de afiliados, debería ser asumido por el Ejecutivo, como autor del mismo, -Correa fue el autor-  y porque es precisamente al Ejecutivo al que le compete por encima de las demás instituciones conferir seguridad social a sus ciudadanos. Ese déficit, hay que dejarlo claro, desfinanció al seguro de salud general en su conjunto; y, 3) El pago del 40% de las jubilaciones de los servidores públicos a cargo del Estado debería incluirlo obligatoriamente en su presupuesto general, tal como lo dispone el inciso 2 del Art. 371 de la Constitución de la República.

He allí, a grandes trazos las soluciones inaplazables. Por supuesto que, no son políticas, -no pueden serlo-, son estrictamente técnico científicas, por lo que, si la salvación del IESS lo exige, habrá que –sin dudar- incrementar –de ser necesario- aportes, edad de jubilación y las que sean menester. Entonces, es hora de que en tanta oscuridad encontremos la luz que ilumine el sendero a seguir. (O)