La Eurocámara aboga por proteger los mares y la biodiversidad en la Antártida

El Parlamento Europeo (PE) aprobó hoy una resolución sobre el establecimiento de zonas marinas protegidas en la Antártida y la preservación de la biodiversidad en el océano Antártico, con el fin de hacer frente a las consecuencias del cambio climático.

El informe, aprobado con 588 votos a favor, 21 en contra y 79 abstenciones, hace hincapié en que se debe lograr establecer como zonas marinas protegidas el Antártico Oriental y el mar de Weddell, lo que supondría crear una de las mayores zonas de protección marina de la historia al cubrir más de 3 millones de kilómetros cuadrados.

La Unión Europea (UE) y sus Estados miembros, junto con Australia, Noruega, Reino Unido, Uruguay, Estados Unidos y Nueva Zelanda son defensores de la propuesta de establecer estas dos nuevas zonas protegidas.

En este sentido, el Parlamento propone que se intensifiquen sus esfuerzos bilaterales y multilaterales por garantizar el apoyo al establecimiento de dichas zonas marinas protegidas en los próximos meses.

En especial, su trabajo también se debe centrar en convencer a los miembros de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos que han manifestado su oposición a las propuestas de zonas marinas protegidas, como son China y Rusia.

El ministro de Exteriores esloveno, Anze Logar, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE, aseguró que la Unión y sus Estados miembros “han estado a la vanguardia de los esfuerzos internacionales por impulsar la designación de áreas protegidas”.

Logar subrayó que si se aprueban las dos nuevas zonas marinas protegidas, supondrá “una sólida respuesta ante el cambio climático y la pérdida de biodiversidad”.

El comisario europeo de Medioambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, señaló que la Antártida no es solo es uno de los lugares “más duros e inhóspitos” del planeta, sino también “uno de los más vulnerables”.

El informe apunta que desde 1989 a 2018 la Antártida se calentó en 1,8 grados Celsius, tres veces más que la media mundial, por lo que se prevé que las capas de hielo de Groenlandia y de la Antártida pierdan masa a un ritmo creciente a lo largo del siglo XXI y posteriormente.

Sinkevicius subrayó que la semana pasada las Naciones Unidas reconocían un récord de temperatura en la Antártida registrado el año pasado, que alcanzó los 18,3 grados Celsius.

Además, el comisario afirmó que el cambio climático ya está teniendo impactos “profundos e irreversibles” en el océano Meridional, produciendo el aumento del nivel del mar y de la acidificación.

“Estos impactos son reales y se están acelerando, lo cual es especialmente alarmante”, recalcó Sinkevicius, ya que el océano del sur del planeta tiene un papel esencial en la regulación del clima global.

Asimismo, este océano alberga una rica fauna marina con diferentes especies como pingüinos, focas y ballenas, las cuales se ven afectadas por la pérdida de su hábitat.

El informe aprobado pide que se refuerce la red de zonas marinas protegidas mediante una mejor gestión y una mejora de la planificación espacial, las evaluaciones y la aplicación. EFE