El 74 Festival de Cannes con ausencias y temores por la COVID

El fantasma de la COVID, menos estrellas y menos espectadores son los elementos que están marcando el 74 Festival de Cannes, que este lunes comienza su segunda semana con pocas películas destacadas en la competición y mucha tensión en las salas.

LOS EFECTOS DE LA PANDEMIA EN CANNES

Los controles para entrar al Palacio de Festivales -certificado europeo de vacunación o de haber pasado la covid en los últimos meses y, si no, test cada 48 horas- son estrictos, pero el respeto de las medidas en el interior del edificio no lo es tanto, con habituales discusiones en las salas por los acreditados que se quitan la mascarilla.

Desde el festival insisten en que hasta ahora solo se han detectado 3 positivos de 2.500 casos, aunque son datos del viernes que no han sido actualizados.

Ha habido algún caso entre los cineastas y sus invitados, como la mujer del realizador israelí Nadav Lapid -lo que le ha obligado a dar entrevistas vía zoom- o la actriz Lea Seydoux, aunque en su caso se le detectó antes de viajar a Cannes, donde tenía previsto participar en el presentación de cuatro filmes, entre ellos «The French Dispatch», de Wes Anderson.

POCAS ESTRELLAS

La ausencia de Anderson y su equipo en las presentaciones a la prensa es otro de los puntos polémicos de esta edición. Se espera que desfilen esta noche por la alfombra roja antes del pase de gala del filme pero no habrá rueda de prensa, una cita obligatoria para todas las películas en competición en los festivales internacionales.

Se espera que estén en Cannes Timothée Chalamet, Benicio del Toro, Bill Murray, Owen Wilson, Tilda Swinton y Adrien Brody, y hay informaciones contradictorias sobre si Wes Anderson les acompañará, pero el festival no confirma en esta edición la presencia de los equipos.

Hasta ahora pocas grandes estrellas en comparación con otras ediciones de Cannes. Adam Driver (solo apareció en la alfombra roja), Marion Cotillard, Matt Damon, Catherine Deneuve, Sean Penn y su hija Dylan, Paul Verhoeven, Tim Roth o Vicky Krieps, son las presencias más destacadas.

Sin olvidar a Jodie Foster, que recibió la Palma de Oro de honor de manos de Pedro Almodóvar y que dio una lección magistral en la que aseguró que su madre le dijo a los 6 años que una mujer no podía ser realizadora.

PELÍCULAS

Y en lo que se refiere al cine, supuestamente lo más importante de Cannes, aunque a veces quede en un segundo plano frente al glamour, la primera semana ha sido bastante irregular.

Los críticos más expertos alaban «Drive my car», del japonés Ryusuke Hamaguchi, que ha adaptado un relato de Haruki Murakami, aunque no es una película para el gran público.

De momento las clasificaciones que hacen dos revistas, Screen y Le Film Français, apuntan a «Annette», el musical de Leos Carax, como el favorito para la Palma de Oro, seguido de la historia de una monja santa y lesbiana que Paul Verhoeven cuenta en «Benedetta».

También ha gustado mucho la sencilla historia de «Compartment nº 6», del finlandés Juho Kuosmanen.

El palmarés será decidido por un heterogéneo jurado presidido por Spike Lee y que incluye nombres como los de las actrices Maggie Gyllenhaal y Melanie Laurent o el realizador brasileño Kleber Mendonça Filho.

Entre los filmes aún por ver, «The French Dispatch», «A hero» (Asghar Farhadi) o «Les Olympiades», de Jacques Audiard.

Fuera de competición, lo más destacado ha sido el fantástico documental «The Velvet Underground», de Todd Haynes, un brillante ejercicio cinematográfico para contar la historia de una de las bandas más influyentes de la música contemporánea.

Y entre la presencia latina, ha gustado mucho «Clara Sola», la película que unió los destinos de la directora Nathalie Álvarez Mesén y de la bailarina Wendy Chinchilla con un proyecto que es el debut cinematográfico de ambas, costarricenses, y que han presentado en la Quincena de Realizadores de Cannes. EFE