Polvorín

Catalina Sojos

Las cárceles en el país se encuentran a punto de presentar otra sorpresa terrible; en Machala una explosión como intentona de fuga, en Cuenca arsenales de todo tipo de armas y droga son incautados y en otras provincias existe una calma chicha que puede anunciar que el narcotráfico y sus carteles se están moviendo; el hacinamiento y las políticas penales y carcelarias, sumadas a la mala distribución de los recursos asignados a un sistema penitenciario caduco y la violación permanente de los derechos humanos de las personas privadas de libertad, son algunos de los problemas. Mientras tanto en el planeta miramos como las nuevas cepas del coronavirus hacen su trabajo de exterminio y llegan puntualmente a nuestras tierras; por otro lado, el clima de violencia en la amada Cuba, son temas para ser tratados con pinzas porque sabemos que los enormes grupos de poder están detrás de todos estos acontecimientos. La geopolítica, el narcotráfico y los otros innombrables, hacen de la humanidad su laboratorio y su carne de cañón. Tenemos el convencimiento que, detrás de cada muerto hay un culpable, por diferentes razones, e intentamos ser solidarios a través de la palabra; única herramienta para la vida, mientras tanto, cada día, es una nueva batalla que libramos con nosotros mismos. (O)