Managua anuncia su gran fiesta religiosa sin bendición de la Iglesia Católica

Managua.- La alcaldesa de Managua, Reina Rueda, anunció este viernes que la ciudad celebrará en agosto próximo las fiestas en honor de Santo Domingo de Guzmán, las más grandes de Nicaragua, a pesar de que no contarán con la bendición de la Iglesia Católica, para lo cual utilizará una imagen sustituta del venerado.

«En las actividades no contaremos con la imagen original de nuestro Santo Domingo, pero nos acompañará ‘El Mocito’ (imagen sustituta) que realizará el mismo recorrido que histórica y tradicionalmente hacemos los fieles devotos», dijo Rueda, a través de medios del Gobierno.

El pasado día 18 el cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, anunció la cancelación de procesión de las fiestas católicas de la Arquidiócesis de Managua, por segundo año consecutivo, a causa de la pandemia de la covid-19.

Según Brenes, la decisión fue tomada por la Arquidiócesis que él preside, porque «aún no es tiempo para realizar procesiones y actividades religiosas que impliquen concentración excesiva de fieles».

Hasta antes del estallido social contra Ortega en 2018, las fiestas de Managua en honor de Santo Domingo de Guzmán reunían a más de medio millón de personas cada 1 y 10 de agosto.

Rueda reconoció que «no podemos celebrarlo como normalmente hemos hecho desde siempre, sino que nos hemos adaptado a los tiempos y siempre tomando las medidas de precaución que decide nuestro Gobierno».

El tema de la pandemia es controversial en Nicaragua, debido a que el gremio médico ha reprobado el manejo del Gobierno, al que señala de promover aglomeraciones, no establecer restricciones, divulgar datos irreales, así como brindar información limitada y confusa sobre la covid-19.

Las autoridades sostienen que ejecutan un plan que denominan «estrategia singular», que da igual prioridad a la economía que a la salud.

Las posiciones entre el clero y las autoridades de Nicaragua sobre las fiestas de Santo Domingo de Guzmán son el más reciente capítulo de desencuentros entre ambas partes, desde 2018, cuando Ortega acusó a los obispos de estar detrás de un supuesto «golpe de Estado fallido», como le llamó a las manifestaciones contra su Gobierno. EFE